Hijo, prepárate para estar bien situado

OperacionesLa pasada semana, en una reunión de trabajo con un colega me acordé de algunas frases que nos decían nuestros padres allá en los 80. Eran tiempos en los que todavía parecía que un profesional tenía una trayectoria definida. Que tenía sentido aquello de la «carrera» profesional (mucha gente corriendo por un carril para llegar a una meta fijada por otros). Que si te esforzabas y trabajabas bien en una empresa serías un hombre/mujer «de provecho». Que si hacías las cosas bien, muy mal debería estar la situación para no estar bien «colocado» cuando tuvieses cuarentaytantos.

Me acordé porque hacía tiempo que no veía a ese colega y estuvimos haciendo un repaso de viejos conocidos. Todos estos colegas superaron la cuarentena hace tiempo y, en su momento, en los viejos tiempos, parecían progresar adecuadamente en su profesión, tal y como estaba previsto en proyecto mental de nuestros padres.

En este momento, todos ellos están buscándose la vida. Todos han comprobado eso de que, a los cuarentaycinco, lo «normal» es que estuviesen ocupando un puesto de trabajo estable y bien remunerado o tuviesen un negocio que les diese para vivir bien, quedó junto a otras leyes inmutables que nos decían nuestros padres.

Ayer tenía una reunión en una multinacional por Azca, la zona de negocios de Madrid en la que he trabajado muchos años y aproveché para comer algo por allí. Me estuve fijando en todos esos jóvenes profesionales bien trajeados paseando orgullosos y soltando términos en inglés cada media frase. Me preguntaba si serían conscientes de que su situación tenía fecha de caducidad y no demasiado lejana. Creen que han llegado a la cumbre cuando no han hecho más que acercarse al campamento base y, además, se acerca una tormenta.

Digo esto porque todas aquellas cosas que algunos vienen anunciando desde hace décadas como lo de trabajar por proyectos, lo de no poder jubilarnos nunca o lo de pensar como una empresa YO S.A. ya es realidad. Y no se trata de una cuestión de gustos o deseos personales («yo no tengo mentalidad de autónomo», «yo quiero jubilarme en una multinacional») sino de pura supervivencia.

¿Hay que ver todos estos cambios como algo negativo? Pues no necesariamente. Si me lees te habrás dado cuenta que suelo tener tendencia a fijarme más en los problemas que a pensar que todo es maravilloso. Pero eso me permite a mi, y a otros como yo que somos más de Pensamiento Negativo, empezar a buscar soluciones cuanto antes. Lo que ocurre es que hay que entender que eso de no tener un puesto fijo para toda la vida no sólo no es malo sino que puede ser algo maravilloso. Eso de ser «huerfanitos» laborales nos obliga a buscarnos la vida en todo momento. Es duro, si, pero no lo cambiaría por un cubículo o volver a tener un despacho en una gran empresa.


Quizás pienses que esto no va contigo, que tu no tienes mentalidad de autónomo, de «freelance», de emprendedor o de profesional independiente. Pero eso no es cierto. Eso también lo pensaba yo o esos colegas que te comentaba al principio… hasta que no te queda otra. Esa es la mentalidad hasta que te encuentras con que te quedan veinte, treinta o cuarenta años de vida profesional y te das cuenta que eso del empleo estable ha pasado a formar parte de los libros de mitos y leyendas.

¿No te parece genial eso de poder construir tu profesión cada día y sin tener que depender del estado de ánimo de los ¿superiores? en un organigrama o de que en tu empresa no les haya dado por falsear los indicadores de contaminantes? A mi si me lo parece. Y te aseguro que hasta hace algo más de una década yo pensaba que eso de trabajar por tu cuenta era algo que sólo les pasaba a otros.

KnowmadsOjo, no estoy hablando únicamente de que te lo montes de forma independiente. Lo que te estoy proponiendo es que tengas esa mentalidad de agente libre. Si estás trabajando en una empresa, te gusta y parece que, de momento, no te van a echar, genial. Pero siempre debes mantener la vista en lo que ocurre alrededor, siempre debes mantenerte visible, activo, desarrollando tu I+D personal y con un plan B debajo del brazo. Si, si, ya sé que a tus veintitantos o treintaytantos esto te parece ciencia ficción y que «aminomevaapasar», pero te pasará. O quizás eres de los que aún aguantas en la empresa, y no sólo estás superagradecido sino que si alguien, un listillo como yo, se mete con ella sacas las uñas y dientes como si fueses el propietario… o aún con más fuerza.

Es curioso como se producen algunas coincidencias. Poco después de la conversación con mi colega, recibí el libro Knowmads de mi amiga Raquel Roca y creo que es la mejor descripción de lo que ha ocurrido pero sobre todo de lo que va a suceder y cómo podemos actuar. Como te decía, no te estoy contando esto para deprimirte sino todo lo contrario. En lugar de llorar por la leche derramada, de criticar al «sistema» o de poner a parir al capitalismo y a los inútiles de nuestros políticos, sindicalistas y dirigentes empresariales (Por cierto, ¿hay algún empresario «de verdad» en las asociaciones empresariales?) vamos a buscarnos la vida. Porque hay mucha vida ahí fuera y hay que re-aprender a ganársela… lo mejor posible.

La frase de nuestros padres, «hijo, prepárate para estar bien situado» sigue siendo válida, pero no exactamente como ellos pensaban.





Compartir esta publicacion