Ese Momento

EstrategiaEn nuestra vida es muy fácil dejarse llevar por la rutina. Sabes que hay cosas que no te terminan de convencer. Sabes que también hay otras que te gustaría hacer o cambiar. Pero el tiempo pasa y sigues sin mover un dedo para conseguir vivir de otro modo, del modo que te gustaría. Hasta que llega un día en el que algo ocurre y, durante un instante más o menos largo, eres consciente de que las cosas podrían ser de otra manera. Ese Momento.

Ese Momento no ocurre con frecuencia. Algunas personas no lo perciben nunca y otras hacen como si no existiese porque los cambios que implica suponen demasiado esfuerzo y prefieren seguir en su Matrix personal. Vivir es fácil con los ojos cerrados.

Sin embargo, hay otro puñado de personas que consideran que Ese Momento implica empezar de nuevo o, al menos, dar un giro radical a sus vidas. Eso lo hemos visto, porque nos lo han contado, después de situaciones dramáticas y traumáticas como el 11-S. Para otros, Ese Momento surge cuando le despiden de su trabajo, cuando sufre un problema de salud más o menos grave o cuando pierde a alguien a quien quiere. Y para otros, Ese Momento de iluminación aparece cuando, por alguna razón, mira hacia atrás en su vida y es terriblemente consciente de que podría haber sido mucho mejor pero ya no puede volver atrás.

Supongo que estamos programados para olvidar rápidamente esos «errores de nuestro sistema operativo personal». Ese Momento es como la pantalla azul de Windows. Para la mayoría todo lo que hay que hacer es apagar y encender de nuevo para volver a la misma situación. Sin embargo, para unos pocos, eso implica formatear el disco duro, cambiar el sistema operativo y para los más lanzados, cambiar de ordenador.

Ese Momento es algo más que actitud positiva o motivación, es una enorme descarga emocional concentrada en muy poco tiempo. Y eso puede provocar dos resultados. Que te quedes paralizado, afectado y/o deprimido y decidas actuar como si nada hubiese pasado. O que te quedes paralizado momentáneamente pero enseguida empieces a hacer cosas para, al menos, acercarte a la nueva situación deseada.

Ese Momento puede ser terriblemente doloroso porque durante un corto periodo de tiempo visualizas con mucha claridad lo que ha sucedido y porqué has llegado a esa situación. Pero como digo, a partir de ahí, hay que elegir entre la pastilla azul o la roja.

Ese Momento es catártico porque no se queda en la superficie, en los datos, en los hechos objetivos sino que te mueve algo por dentro, te hace darte cuenta que algo no va bien (o que va realmente mal), te hace preguntarte ¿Cómo es que no me he dado cuenta antes?


Ese Momento te hace revisar toda tu Estrategia Personal, y eso implica decidir. Muchas veces se trata de elecciones «pequeñas» y otras son mucho más importantes aparentemente. Pero utilizando ese viejo ejemplo del avión que se desvía «sólo» tres grados de su rumbo y al final del viaje aparece en un sitio muy alejado de su destino podemos decir que una decisión «pequeña» de hace treinta años puede haberte llevado a donde estás ahora. Por eso es fundamental tener claro donde queremos llegar y qué es lo realmente importante porque a diferencia de Marty McFly, no tenemos la posibilidad de Regresar al Pasado.

¿Qué puedo hacer si me doy cuenta de que no estoy donde me hubiese gustado estar? Básicamente dos cosas. La primera es rendirte y tratar de hacer como si nada hubiese pasado, tomar la pastilla azul. La segunda es tratar de reiniciar o, al menos, de hacer lo posible para acercarte a la situación deseada, tomar la pastilla roja.

Si decides ir por el primer camino, adelante. Es menos doloroso pero me temo que, en el fondo, siempre habrá algo que te recuerde que las cosas podrían haber sido distintas.

Si decides ir por el segundo camino, vas a tener mucho trabajo por delante, vas a sufrir, vas a enfrentarte a decepciones, vas a darte golpes contra la pared por haber sido tan idiota de no haber hecho algo en su momento. Sin embargo, si decides hacer caso a Ese Momento, también vas a ir consiguiendo cosas, pequeñas metas muy gratificantes, vas a sentir que tienes el control (al menos un poco) y, sobre todo, vas a tener tu mente enfocada hacia el futuro en lugar de mirando hacia el pasado, hacia lo que pudo haber sido y no fue.

Creo que siempre es posible empezar de nuevo. Siempre puedes tirar a la papelera tus planes (si es que alguna vez los has tenido) y diseñar otros nuevos con la información más reciente.

Este es uno de esos posts «muy personales» que me salen de vez en cuando pero si has vivido alguna vez Ese Momento, sabes de lo que estoy hablando. ¿Qué vas a hacer ahora?

Javea

Javea el jueves pasado. Uno de Esos Momentos.





Compartir esta publicacion