Encerremos a la gente tóxica en campos de concentración
Desde hace algún tiempo veo como dospuntocerolandia se está convirtiendo en un espacio en el que señalar y atacar a los que «la gente» considera que son o piensan «distinto».
Twitter especialmente ha pasado de ser «Hello Twitty» a un campo de batalla ideológico en el que quienes controlan los contenidos y los hashtags transmiten la sensación de que cada Trending Topic que generan es lo que piensa la inmensa mayoría.
Pero hay otra tendencia que me parece muy preocupante y que se extiende en canales como Facebook o los blogs en los que es posible desarrollar las ideas de un modo más extenso y argumentado. Me refiero a la de etiquetar y tratar de dejar fuera a quienes se comportan de un modo distinto, a quienes no están alineados con el pensamiento Coelho/Mr.Wonderful o simplemente consideran que no vivimos en el mejor de los mundos posibles y tratan de hacer algo para cambiarlo.
Últimamente se ha puesto de moda identificar, señalar y aislar a lo que los bienpensantes denominan Gente Tóxica. Lo curioso es que en muchos de los artículos en los que se hace referencia a esta forma de etiquetar a alguien suelen recomendarse formas de evitarla o mantenerse alejados de ellos. En fin, todo muy solidario y de muy buen rollito. Si hiciésemos eso con todo lo que no nos gusta creo que acabaríamos más solos que la una aunque seguramente antes nos habrían etiquetado a nosotros mismos como uno de esos «tóxicos».
El título de uno de los libros del gurú de la Gente Toxica, Bernardo Stamateas es Gente tóxica. Las personas que nos complican la vida y cómo evitar que sigan haciéndolo
Quizás en algún momento me ponga a darle la vuelta a todos los argumentos que citan como negativos y que, por cierto, servirían para colgarnos la etiqueta de tóxicos a cualquiera de nosotros pero se me ocurren algunas ideas.
Dicen que la gente tóxica no para de quejarse. Vale ¿y qué? el mundo avanza gracias a los que encuentran problemas y tratan de cambiar las cosas.
Dicen que la gente tóxica se compara con los demás todo el tiempo. ¿Y eso no es lo que hace todo el mundo cuando sube las fotos de sus vacaciones a Facebook?
Dicen que la gente tóxica no tiene filtro verbal. ¿Pero no nos estamos quejando de que ya nadie dice lo que realmente piensa?
Y así podría seguir contraargumentando a esa ristra de comportamientos que, por cierto, todos experimentamos en algún momento.
Pero el mensaje de fondo es que aunque todavía haya gente que no quiera ni oír hablar de la Marca Personal (el efecto o impacto que dejamos en los demás), eso de etiquetar a los demás forma parte del ser humano, especialmente si eso sirve para ponernos a nosotros en el lado de los «buenos» y a otros en el de los «tóxicos». Cuando vemos que se etiqueta-descalifica siempre hay que recordar el poema de Martin Niemöller.
Dicen que «Una persona tóxica no te quiere, no te respeta y no te escucha» y yo pienso, ¡Caramba!, eso es lo mismo que hace la gente «normal» con la gente tóxica (vaya, ya me estoy comparando con los demás). Porque lo que se deduce de todo esto es que los tóxicos siempre son los otros… como suelen argumentar los líderes de los regímenes totalitarios (vaya, no tengo filtro verbal). Nos preocupa el acoso y el «bulling» en los colegios, pero con estas ideas-modas parece que se fomenta en el mundo de los adultos.
Creo que parte de la culpa de todo esto lo tiene el buenismo hipócrita de alguna literatura de autoayuda (vaya, ya me estoy quejando) en la que siempre se ha hablado de Ladrones de Energía, Vampiros Emocionales y todo tipo de metáforas similares para señalar a quienes te incomodan o te dan mal rollito. Creo que existe un cierto fundamentalismo con esto de la actitud positiva que acaba tratando de aislar a quienes alteran tu «energía». ¿No es muy de colegio eso de juntarte con los «tuyos» y señalar al que no se comporta como tu?
Desde el punto de vista de la Marca Personal, lo que creo es que el mundo necesita el mayor número de puntos de vista posibles. Todos jugamos un papel y la clave no está en recluir en campos de concentración a los que son «diferentes» o algo peor, a los que un grupo considera que deben ser aislados o evitados. ¿No se ha dicho siempre que hay que cambiar los comportamientos y no aislar a las personas? Pues supongo que se trata de eso, de intentar suavizar algunos hábitos, no de meter a las personas en leproserías 2.0
Porque sinceramente si yo tuviese que elegir a alguien que tuviese la responsabilidad de gestionar el mantenimiento de un avión, una central nuclear o un hospital, preferiría a aquel o aquella que trata de encontrar los fallos a otro al que todo le parece chupigüay.
ANEXO: Interesante post de David Criado sobre este asunto. Guía de comportamientos tóxicos.
NOTAS:
Mañana día 2, estaré en Tres Cantos impartiendo un taller de Estrategia Personal. Información aquí.
El martes 8 estaré en AJE Murcia hablando de Marca Personal. Información aquí.
