Tu profesión es tu «StartUp»

Decía en el post anterior que, a lo largo de la historia, una parte de la humanidad se ha ganado la vida buscando la seguridad de un jefe, patrón, noble, empresa u organización que le aportase un salario y una cierta protección a cambio de su trabajo.

El resto de las personas han sacrificado parte de esa seguridad y la estabilidad de un sueldo o una remuneración periódica a cambio de libertad e independencia.

Para centrarnos en lo que ha ocurrido en las últimas décadas, los primeros, los asalariados, venden su trabajo directamente. Es decir, que su «producto» lo generan diariamente yendo a la fábrica, la oficina, la sede en Londres o moviéndose en bicicleta por la ciudad para llevar comida rápida en enormes mochilas cúbicas.

Si quieres que te tengan en cuenta y te elijan para formar parte de una organización o de una empresa debes generar confianza. Y eso se consigue si alguien te recomienda, si muestras lo que has hecho o eres capaz de hacer o utilizando herramientas de utilidad discutible como el currículo.

Tu Profesión es tu Empresa. Tu Trabajo es tu Producto. El efecto que produces es tu Marca Personal

Es decir, que precisamente aquellos que desprecian el Branding Personal porque dicen que no lo necesitan o no les permiten desarrollar una Marca Personal son los que más deberían preocuparse de gestionarla porque les va la vida laboral en ello.

Como dicen muchos de forma equivocada, alguien que quiera sobrevivir y progresar trabajando para un único «cliente», debe aprender a «venderse». Y digo que eso no es correcto porque LAS PERSONAS NO NOS VENDEMOS (o no deberíamos), lo que vendemos es nuestro trabajo.

Y aunque sea muy insistente en ello, cuando hablo de Marca Personal no me refiero ni única ni principalmente a estar en Internet. Creo que una persona se gana su prestigio principalmente en el mundo real más que en el virtual.

Cuando gran parte de tus opciones profesionales dependen de que te conozcan, te valoren y confíen en ti, es imprescindible plantar tu semilla en la mente de quienes quieras que te escojan entre muchos otros como tú.

Suelo decir que tu Profesión es tu Empresa, tu «StartUp», tu YO S.L.. Tu Trabajo es tu Producto y la huella que dejas con lo que haces es tu Marca Personal.

Para quienes no tenemos un único cliente (independientes, «freelances», autónomos, libres,…) o, momentáneamente no tienen ninguno (desempleados, profesionales en transición,…), existen dos opciones.

  • La primera es convencer a nuestro mercado de que somos capaces de hacer algo. Es decir, exactamente lo mismo que hacen los «empleados».
  • La segunda es crear cosas, «solidificar» lo que ofrecemos, convertir en tangible lo intangible.

Cuando mi amiga Raquel Roca habla de «Knowmads» o trabajadores del conocimiento, lo que tenemos que entender es que ese conocimiento/oferta/producto es más difícil de vender si se basa únicamente en ti.

Para un «Knowmad» que no tenga nada físico, material o vendible por si solo, el Branding Personal es fundamental. Si quieres que te contraten, debes conseguir que te conozcan y recomienden. Y para eso, hoy tenemos muchos canales de Marketing Personal a nuestro alcance. Desde lo más cercano como el Networking a lo más clásico como los Libros y las apariciones en Medios, pasando por las intervenciones ante una audiencia real (conferencias) o virtual (Internet).


Pero recuerda que una Marca Personal, no es un FIN, sino un MEDIO para conseguir tus objetivos. Si consigues ser conocido, reconocido y valorado pero eso no te acerca a tus metas (dinero, tiempo, bienestar), entonces no sirve para mucho.

Pero creo que para ser un profesional libre como decía en el post anterior, no puedes depender de «tu cuerpo». Esa no es una buena estrategia a medio o largo plazo y, además, tiene sus límites.

No podrás ser libre si no puedes desconectar. Y no podrás ser libre si los recursos (la pasta, vamos) que obtienes son insuficientes al depender sólo de ti mismo.

Por eso debes poner algo en el «escaparate», algo que la gente pueda comprar y consumir sin tu presencia. De eso hablo en Monetízate.

La buena noticia es que hoy puedes ser empresario, crear un negocio sin apenas infraestructura. Pero para eso debes empaquetar ese conocimiento del que te hablaba antes. Ese es el quid de la cuestión. Y creo que, si eres capaz de resolverlo, estarás mucho más cerca de ser libre.

Los músicos empaquetan sus creaciones para no vivir de conciertos. Los ingenieros viven mejor que los científicos porque convierten las teorías en cosas. Incluso las religiones han conseguido «materializar» lo espiritual.

A la hora de comercializar tu oferta profesional, tu YO S.L. debe tener un departamento de Venta Personal que sea capaz de dejar claro qué cosas pueden comprar. Y aquí te doy un consejo basado en mis errores. Sé muy explícito a la hora de decir lo que vendes o, de lo contrario, no serás fiable y/o no sabrán qué van a ganar contigo. Y en caso de duda, escogerán a otro.

Por eso debes empezar a crear tu catálogo de Productos, tu «Portfolio» de Propuestas de Valor. Tu mercado debe tener muy claro qué pueden comprarte. Evidentemente, tu Marca Personal va a facilitar esa venta, pero es mucho mejor que tus proyectos, tus Ofertas ganen un prestigio por sí mismas y no dependan únicamente de tu presencia.

Como ves, casi nada de lo que te cuento es muy diferente de la gestión de una empresa. Lo que ocurre es que parece mucho más sencillo decir lo que deben hacer otros, aunque sea una multinacional, que aplicarnos el cuento nosotros mismos. Pero, en realidad, tu profesión es tu «StartUp».

NOTA:

Como te decía antes, una de las mejores formas de generar confianza hacia nosotros y lo que ofrecemos es el contacto directo con nuestro «mercado». Por eso debemos aprender a gestionar nuestra red de contactos y evitar errores como los que os contamos Claudio y yo esta semana en Street Personal Branding.





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