Atacar el núcleo
Esta semana he tenido conversaciones con varios profesionales del sector de la consultoría y la formación para hablarles de mi proyecto. A medida que voy escuchando sus dudas y sus comentarios me doy cuenta de la importancia de la puesta en marcha de un proyecto como Marca Propia.
Durante meses he estado madurando la forma de transmitir el concepto de marca personal y en muchas ocasiones me he encontrado con dificultades a la hora de hacerlo comprensible. Empiezo a entender que la dificultad no reside en entender la forma sino el fondo del proyecto.
Durante años, las empresas de formación, las escuelas de negocios y las consultoras se han dedicado a explicar y a aplicar «técnicas» de gestión. Si echamos un vistazo a cualquier catálogo de cursos para profesionales, podremos ver seminarios de liderazgo, de comunicación, de protocolo, de presentaciones. Encontraremos decenas de conferencias sobre tecnicas de ventas, de hablar en público, de gestión del tiempo,… Pero desgraciadamente todos sabemos que los resultados de todo esto es mínimo o nulo. La razón es bien simple, lo que se aprende rápido tambien se olvida deprisa. Además, no se pueden aplicar unicamente métodos racionales y cerebrales para cambiar la forma de hacer las cosas. Tras muchos cursos recibidos y dados, estoy convencido de que hay que ir al fondo, al corazón, a los sentimientos.
Un profesional nunca podrá hablar bien en público si no tiene claro quien es, lo que quiere decir y porque está ahí, por muchas técnicas que aprenda.
Es imposible gestionar el tiempo correctamente, aunque tengas la mejor agenda electrónica del mundo si no tienes claras tus prioridades en esta vida.
El liderazgo es algo que sale de dentro, no es un conjunto de reglas que se pueden aplicar. Al igual que un producto con una marca fuerte, un lider es una persona que es capaz de hacer que la gente le siga y le elija, porque transmite confianza y seguridad.
Estos son solo tres ejemplos de la revolución que podría producirse en las empresas si se empezase a pensar en cambiar la forma de pensar de los profesionales y no solo en formarles en «tecnicas» que nada o casi nada aportan. Se trata de cambiar el Sistema Operativo de los profesionales, no solo en actualizar los programas.