Quien a buen arbol se arrima…
Si tuviese que decir cual de mis atributos de Marca Personal destacaría, tendría que decir que es el de saber rodearme de gente mucho más inteligente que yo. Lo cual no tiene demasiado mérito. Por esa razón quiero incluir algunos comentarios que sobre la Marca Personal me han hecho algunos de estos «Mentores». Por cierto, creo que poder contar con gente que te tutorice y apoye es un lujo que todos deberíamos tener.
Aquí están:
«(La marca personal)…es una nueva forma de relación entre la empresa y el individuo. Ese nuevo contrato psicológico deberá basarse en la transparencia y el establecimiento por parte de las personas de expectativas realistas respecto a lo que las organizaciones pueden o están dispuestas a dar. En ese sentido La Marca Personal puede ser útil para construir un puente entre ambos.»
«Esta propuesta nace de los tiempos de alta incertidumbre laboral en los que vivimos, en los que necesitamos construir nuevas respuestas que la reduzcan y nos permitan repensar nuevos modelos que recuperen la confianza, el compromiso y renovado concepto de lealtad que nace de otra fuente. Se terminó el modelo en el que la organización/jefe cuidaba del «empleado» a cambio de fidelidad, y tenemos que encontrar otro centro de gravedad en el todos nos cuidemos como adultos asumiendo que, hoy por hoy, las reglas de la economía actual son las que son. Aunque muchos creamos que el sistema necesita transformarse y ponerlo al servicio de la persona, lo cierto es que en el día a día debemos ayudar a la gente a que controle su destino en la empresa privada actual, y evitar sofocones inútiles por esperar algo que nunca va a recibir, protección y estabilidad. O tomamos el control de nuestro presente y futuro profesional o el desengaño está a la vuelta de la esquina.»
y otra más
«esta propuesta debe dirigirse a empresas que, desde una clara comprensión de la situación actual y futura del mercado laboral, se corresponsabilizan de la carrera de sus colaboradores, y les proporciona una herramienta muy sólida para hacerles más fuertes, libres e independientes, lo cual es un desafío para la empresa y sus jefes, porque si no están a la altura de las circunstancias pueden perder buenos profesionales. Cada uno tiene que elegir entre tener súbditos cautivos de su mediocridad o profesionales competentes que deciden cada momento seguir en tu equipo porque les apetece. Es la clave del arte de la dirección de personas: dirigir personas libres e inteligentes.»
Gracias