Cronista generacional: Douglas Coupland

A principio de los años 90, cuando todavía Internet solo era algo que «les pasaba a otros», me regalaron el libro Generación X de Douglas Coupland. En su momento, me pareció original aunque bastante sórdido y pesimista. Coincidió en el tiempo con otro escritor, Bret Easton Ellis, no menos pesimista y autor de American Psycho y Glamourama entre otros.
Pensé que la visión del autor canadiense no era extrapolable a nuestra querida España. Sin embargo, poco a poco he visto con preocupación como sus predicciones relacionadas con el entorno laboral se iban cumpliendo. Poco a poco se han hecho realidad definiciones como las siguientes:

McJob: Trabajo mal pagado, sin prestigio, sin dignidad, sin futuro, en el sector de servicios. Considerado frecuentemente como una elección profesional satisfactoria por personas que nunca han tenido ningún trabajo.

Punto de engorde: Puesto de trabajo pequeño y abarrotado hecho con paneles desmontables revestidos de tela y ocupado por miembros poco importantes del personal. Llamado así en recuerdo de los pequeños cubículos de los mataderos utilizados por la industria cárnica.

Recurvarse: Dejar un trabajo para coger otro peor pagado pero que vuelve a situarle a uno en la curva del aprendizaje.

Ozmosis: Incapacidad de encontrar confirmada en el propio trabajo la alta opinión que se tiene de sí mismo.

Antisabático: Trabajo asumido con la única intención de permanecer en él un periodo de tiempo limitado (a menudo un año). Usualmente la intención es reunir el dinero necesario para dedicarse a otra actividad más personal y con más sentido, como pintar acuearlas en Creta o diseñar jerséis por ordenador en Hong Kong. Los que proporcionan el trabajo raramente son informados de estas intenciones.

Rebelión pospuesta: Tendencia juvenil a evitar las actividades y experiencias artísticas típicas de la juventud para concentrarse en una perspectiva laboral seria. A veces, hacia los treinta años, la tristeza por haber desperdiciado la juventud va acompañada de cortes de pelo absurdos y ropa cara pero ridícula.

Familia de aire: Describe la falsa sensación de comunidad experimentada por los compañeros de trabajo de una oficina.


Luego vino la genial y sorprendentemente divertida Microsiervos. Creo que es una novela muy recomendable para quien quiera entender muchas de las cosas que ocurren actualmente.

Por último, hace unos días leí La segunda oportunidad. De nuevo vuelve a una novela pesimista y oscura. En algunos aspectos parece de Stephen King.
Narra la historia de un grupo de amigos. Una chica del grupo queda en coma en 1979 y despierta 17 años despues. Coupland lo utiliza para hacer una crítica de ese periodo intermedio. Hace algunas reflexiones interesantes:

«Imagínate que tienes cuarenta años y de repente se te acerca alguien y te dice: «Hola me gustaría presentarte a Kevin; tiene dieciocho años y va a tomar todas las decisiones relacionadas con tu vida profesional.» Yo fliparía. ¿Tu no? Pues bien, en eso consiste la vida: un chaval de dieciocho años toma las grandes decisiones que van a condicionar el resto de tu vida.»

«Nada. No hay nada. A todos nos ocurre lo mismo. Fíjate en la vida que llevamos. Disfrutamos de un nivel de bienestar aceptable. Nos divertimos. Prácticamente no tenemos nada que temer. Pero eso es todo.»

«La gente no para de enseñarle (a la chica que despierta del coma) nuevos artilugios electrónicos. Hablan de sus máquinas como si poseyeran unos prodigiosos atributos religiosos, como si compensaran las carencias personales de sus propietarios.»

«Recuerdo que cuando desperté la gente intentaba impresionarme con lo eficiente que se había vuelto el mundo. Vaya cosa más rara de la que alardear, ¿eh? Eficiencia. Pero ¿que sentido tiene ser eficiente si lo único que hace uno es llevar una vida eficientemente vacía?»

Y aquí lo dejo. Antes de que el amigo Coupland acabe deprimiéndome.





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