¿Libreros o Pescaderos?

Uno de los recuerdos que tengo de crío es el de ir con mi madre a la compra cuando no había “cole”. A pesar de estar en vacaciones, me tocaba darme unos madrugones inhumanos para llegar al mercado antes de que se llenase de gente.

Aunque llegábamos pronto, aquello tenía una vida tremenda. En cada puesto, cada pescadera, verdulero o pollero voceaba su mercancía, conversaba con los clientes o piropeaba a las señoras. Era la forma de llamar la atención y de mantener el vínculo con los clientes.

Supongo que esas cosas te marcan (¿traumatizan?) y con el tiempo vas buscando situaciones opuestas. Quizás por eso me encantan las librerías y las bibliotecas. En esos sitios nadie reclama tu atención. Eres tú el que decide coger un libro, hojearlo y quedártelo o buscar otro. Si no encuentras algo o necesitas saber más, puedes dirigirte al librero o al bibliotecario y preguntar.

Supongo que para mucha gente, el ambiente de un mercado, un mercadillo o una pescadería a pie de calle tiene mucho encanto. El vocerío, los cotilleos, los olores, los colores, la cercanía o la sensación de formar parte de una comunidad puede ser muy estimulante para ciertas personas. Pero yo me quedo con la tranquilidad e incluso el aislamiento de las estanterías repletas de libros.

Ahora me pregunto lo siguiente,

  • La Red, ¿Es un mercado o una librería?
  • ¿Es un bicho raro aquel que no se “pone cachondo” participando en ese ambiente de mercadillo en que se ha convertido la red?
  • ¿Va a vender menos o va a tener una vida social más pobre aquel que no hace comentarios intrascendentes en Twitter igual que hace el tendero de los encurtidos?
  • ¿Posiciona mejor su Marca Personal el pescadero que hace algún comentario pícaro o el que lo hace en Facebook que el que mantiene una trayectoria discreta pero sólida como el librero o el mantiene un blog de forma disciplinada y discreta?
  • ¿Es necesario para diseñar una estrategia de Branding Personal acudir todos los días al mercado antes de que amanezca para llenar el espacio de conversaciones intrascendentes y gritar más que el de al lado?

Creo que la diferencia está en el tipo de “producto”. El libro es algo que está escrito y terminado. El Quijote es el mismo ahora que hace siglos. El besugo y las chuletas tienen que demostrar su valor y calidad cada día. ¿Tu trabajo tiene una Marca Personal duradera en el tiempo o tu contribución es perecedera y caduca?

Parece que en La Red, lo importante no es tener una obra sólida o haber demostrado un trabajo consistente a lo largo del tiempo. Modelo librería.


Da la sensación de que en Internet hay que estar conversando, vociferando y dando pruebas de tu existencia día tras día para que no te olviden (aunque no sepan a qué te dedicas). Modelo Pescadería.

Para un profesional que pretende posicionarse con una Marca Personal sólida, el modelo más apropiado es el de la librería. El de crear un lugar al que puedan acudir los clientes a hojear sus trabajos. Un sitio en el que su obra hable por sí misma. Un entorno en el que no haga falta mantener una conversación intrascendente con el autor para tenerlo en cuenta o apreciar sus ideas. Esto es especialmente importante cuando se trata de un profesional que vive de lo que “produce” y vende.

Puede que los recolectores (los que viven de una nómina) puedan permitirse el lujo de socializar y dedicar mucho tiempo a conversar con el público que pasa por su puesto en el mercadillo dospuntocero para demostrar que siguen vivos.

Pero el tiempo es limitado y para los cazadores (los que vivimos de lo que obtenemos cada día) cada minuto es importante. Para nosotros es mejor imprescindible crear algo que hable por nosotros cuando no estamos o no podemos mantener un contacto constante.

Por eso me gusta el modelo librería. Los libreros y bibliotecarias siempre aparecen en las películas como personajes serios, sobrios, incluso con cierto aire de perdedores. Pero si algún día me pierdo, no me busquéis en un mercadillo (real o virtual), por muy atractivo y alegre que parezca. Me encontraréis en una librería.

Por eso, mi web es una biblioteca, no un mercado, un lugar en el que mi trabajo habla por mí (o al menos lo intento). Y si necesitáis algo, podéis preguntar. Pero cada día es menos probable que me encontréis en alguno de esos mercadillos dospuntocero que surgen como setas.

NOTA: El lunes 31 a las 20:30 estaré con Roberto Cerrada en su programa Días de Marketing.





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