Sobresalientes y notables

En los años de colegio conocí a algunos alumnos sobresalientes, pero yo siempre fui notable. Recuerdo que, cuando nos entregaban las evaluaciones, había un gráfico de estrellitas en la parte inferior de las notas que indicaba la calificación media que habías obtenido en el conjunto de las asignaturas. Siempre me situé en esa zona gris por encima del 7 y por debajo del 9 y eso gracias a no bajar la guardia.

También había un pequeño grupo de alumnos, una media docena que, aparentemente sin demasiado esfuerzo, siempre se situaba en la zona más alta del gráfico. Seguramente te has encontrado con alguna de estas personas que solían hacer comentarios como “pues yo no tengo que estudiar, con ir a clase tengo suficiente”.

Las personas “notables” no tenemos esa suerte, para poder mantenernos en esa franja que no “sobresale”, tenemos que suplir la genialidad con el trabajo, el esfuerzo y la constancia. Y creo que, a la larga, eso nos beneficia.

Parece que para algunos, sobresalir es algo que no requiere esfuerzo. Si eres más alto, más listo o más “lo que sea” eso es algo que viene de serie. Sin embargo, el NOTAble debe luchar constantemente para hacerse Notar.

Creo que una de las 22 leyes inmutables del marketing habla de los que van detrás de los líderes. Dice que los “segundones” suelen ser más fiables que los “lideres” porque tienen alguien a quién alcanzar.

Con los años he visto que muchos de esos alumnos destacados, esos compañeros que no tenían que esforzarse demasiado porque tenían “un don” han acabado fracasando profesionalmente porque la “vida real” no es como el colegio. No te dan un sobresaliente solo por asistir.

Otra de las características de los “sobresalientes” es que eran especialmente buenos en alguna materia. Matemáticas, lengua, gimnasia,… Sin embargo, para los “notables”, todo era igual de difícil, así que había que repartir esfuerzos. Eso sí, lo de la gimnasia fue algo insuperable para mí. Fue la única asignatura que suspendí.


Cuando los expertos en Branding Personal hablan de sobresalir, destacar sobre la multitud (“Stand out from the crowd” como dicen los yankees), diferenciarse, siempre pienso en mis antiguos compañeros de la zona alta del gráfico de estrellitas. Parece que hay que ser una de esas personas tocadas por algún don divino. Pero yo no creo que sea así.

Desde hace algún tiempo no me puedo quejar. Estoy consiguiendo bastantes de mis objetivos y creo que se debe a esa obsesión por mantenerme en la zona gris de la Notabilidad. No soy especialmente sobresaliente en nada, pero trato de mantener un nivel notable en todo lo que hago.

En dospuntocerolandia hay gente muy buena, sobresaliente, en Redes Sociales, pero son insuficientes en el trato personal. En el mundo hay personas de matrícula de honor dando conferencias pero son muy deficientes en el diseño de un proyecto profesional. Hay individuos “premio extraordinario” escribiendo sobre su especialidad pero deben repetir curso cuando tratan de explicar lo que pueden ofrecer al mundo.

Creo que una Marca Personal potente debe basarse en el equilibrio de todas las variables que influyen en su posicionamiento. Es mejor mantener un nivel medio en todas las “asignaturas” del Branding Personal que un Sobresaliente en Networking y un Muy Deficiente en Credibilidad.

En resumen, creo que aunque los sobresalientes sean llamativos, el mundo se mueve y evoluciona gracias a los notables. Yo voy a seguir luchando por mantener mis estrellitas en esa franja poco llamativa pero siempre luchando para que quienes me conocen y evalúan me digan que “progreso adecuadamente”.

¡Ah! Y no esperes a hacer las cosas hasta que tengas un sobresaliente porque posiblemente entonces nunca harás nada. Unos cuantos notables o bienes dignos pueden ser mucho más eficaces que un sobresaliente que no llega nunca.

NOTA: Si mañana miércoles 6 estás en Alicante, podemos vernos si te acercas a Fundesem donde hablaré de mi libro


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