Stakeholders

Stakeholders: Cualquier grupo o individuo identificable que pueda afectar el logro de los objetivos de una organización o que es afectado por el logro de los objetivos de una organización (grupos de interés público, grupos de protesta, agencias gubernamentales, asociaciones de comercio, competidores, sindicatos, así como segmentos de clientes, accionistas y otros). 

Stockholders and Stakeholders: A New Perspective on Corporate Governance (1983) – Ed Freeman y David Reed

Al ver los comentarios de los posts anteriores me acordé de la película Up in the Air. En ella, los dos protagonistas principales interpretados por George Clooney y Vera Farmiga inician una relación tomando como excusa los puntos de sus tarjetas de fidelización de las compañías aéreas. Es divertido ver como comparan los privilegios que consiguen a medida que aumentan sus puntos. Solo un puñado de viajeros consigue alcanzar la enorme cantidad que les convierte en clientes de primerísimo nivel.

Desde que Vilfredo Pareto enunció la ley del 80/20 o desde que Carl Friedrich Gauss nos habló de su campana hemos entendido que en el mundo de los negocios existen diferentes formas de clasificar a quienes interactúan con las empresas. Como consecuencia, aunque la oferta es la misma para todos, las organizaciones se comportan de forma distinta según el tipo de vínculo que mantienen con cada uno de los individuos o entidades con las que se relacionan.

Ese trato especial a algunos clientes más fieles que vemos en la película de Clooney es algo normal y nada nuevo. Desde las salas VIP de los aeropuertos hasta los contenidos Premium de la prensa online. Desde las ofertas personalizadas del hipermercado hasta los SUGUS que, Jesús, mi peluquero «de toda la vida» regala a mi hija cuando paso por delante de su establecimiento. Todo eso es resultado de una relación que se va consolidando.

Las personas mantenemos relaciones de distinto grado y fortaleza, igual que ocurre en la naturaleza. No es lo mismo un enlace Van der Waals que es muy debil que un enlace iónico muy dificil de romper. Los seres humanos actuamos en función del grado de fortaleza de ese vínculo. No hacemos lo mismo por un hijo o un hermano que por alguien a quién acabamos de conocer.

Por lo tanto, es importante identificar y tener claro quienes son los «Stakeholders» que van a afectar a tus objetivos y también qué personas van a verse afectadas por tus acciones.

Podemos pensar como las «Misses» y desear que todos nos amemos, seamos iguales y… que haya paz en el mundo. Pero hasta que eso suceda, seguiremos clasificando a las personas en Círculos de Google+ o admitiendo o borrando «amigos» en listas en Twitter o Facebook siguiendo criterios subjetivos y muy personales.

En una estrategia de Marca Personal es importante tener claro quién es quien. De otro modo, además de hacer una pésima gestión de recursos (tiempo, esfuerzo, dinero,…), nos comportaremos de un modo injusto con aquellos que han alcanzado un estatus Premium en nuestras vidas o negocios.

La Marca Personal es confianza y esta se consigue con tiempo, trabajo y esfuerzo. Poco a poco vamos sumando (o consumiendo) «millas» en nuestra tarjeta y ganando (o perdiendo) influencia. Cuando alguien está dispuesto a recompensarnos, a leer nuestro blog, a pagarnos o a escucharnos es porque, en su mente hemos alcanzado un nivel bronce, plata, oro o platino.

En el entorno empresarial, un jefe puede ser un cliente o un competidor o un amigo o un mentor. Un compañero puede ser un socio o un prescriptor o un cliente. Los roles pueden ser variados y variables, pero si no sabes donde situarlo, será facil que cometas un error.


Aunque para algunos pueda sonar antipático, en La Red ocurre exactamente lo mismo. En Internet, quien visita tu blog o tu perfil en Linkedin puede ser un curioso, un seguidor, un amigo, un competidor, un cliente, un troll, un hacker, un robot,… Cada una de esas visitas deberá tener un tratamiento diferente en función de tu estrategia de Branding Personal.

Dospuntocerolandia no deja de ser un entorno en el que las personas se relacionan. Pero sería ingenuo, poco práctico y también tremendamente injusto considerar que todos los vínculos son iguales. Hay una frase típica del Branding Personal que dice que si pretendes ser todo para todos, no serás nada para nadie.

Aunque toda persona que se interesa por mi trabajo tiene mi respeto y agradecimiento, no puedo evitar tener un aprecio especial por gente como Joserra que lleva años aguantando lo que escribo. O por amigos como Sergio Ibañez o Enrique Brito que son capaces de dejarlo todo para echar una mano y empujar.

Cuando escribo lo hago para todo el mundo (igual que los aviones llevan a cualquiera que tenga billete, con millas o sin ellas) y trato de hacerlo cada día mejor, pero no puedo evitar tener en un lugar privilegiado de mi mente a personas como Mertxe, Jose Miguel, Juan, Franck, Alfonso, MiguelFrancisco, Oscar, Pedro, Roger, Andrés, Sabela, Francisco, o tantos y tantos otros amigos con los que puedo discrepar pero que sé que siempre están ahí y a los que cada día se suman unos cuantos.

Incluso «Stakeholders» que podrían incluirse en el grupo de competidores como Arancha, Tomás o la gente de soymimarca son, en todo caso, coopetidores y por supuesto, amigos.

Cada persona con la que te relacionas influye (y la influyes) de forma diferente. Pero son tus acciones y tu comportamiento en el tiempo lo que consigue que dejes de ser una IP, un Número de Empleado, un Número de DNI y pases a un extremo de la campana de Gauss o consigas la tarjeta platino en la mente de quienes te conocen.

Cuando hablamos de Branding Personal y de Posicionamiento Profesional creo que saber quién es quién y entender el vínculo que tiene contigo es algo imprescindible. Pensar que todas las relaciones son iguales, además de injusto es falso y poco eficiente.

En definitiva, podriamos decir que una Marca Personal fuerte es aquella que se ha situado en el extremo positivo de la campana de Gauss o ha conseguido la tarjeta platino en la mente de quienes desea. Pero eso es muy complicado de conseguir y más dificil de mantener. Ahí está el mérito.

Y recuerda que el peor error de todos lo cometerás cuando pongas a quien no lo merece por encima de las personas que realmente deben importante. Tus principales «Stakeholders» suelen estar a pocos metros y no en un nodo en La Red. Ese es un error de Estrategia Personal completamente letal.

NOTA: El viernes 21 estaré en el Centro de Emprendedores de Alicante hablando de Networking


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