Éxito, Felicidad y Marca Personal
éxito. (Del lat. exĭtus, salida).
1. m. Resultado feliz de un negocio, actuación, etc.
2. m. Buena aceptación que tiene alguien o algo.
Diccionario de la RAE
En un post reciente decía que antes de ponerse en marcha para resolver un problema o para conseguir un resultado es imprescindible tener claro el propósito. Cuando pregunto a la gente sobre la razón por la que hay que «invertir» en desarrollar una marca personal o comercial suelo recibir respuestas relacionadas con la diferenciación, con llamar la atención, con establecer un vínculo emocional y otras similares que parecen sacadas de una lectura rápida de un viejo libro de «management».
No digo que todo eso no tenga que ver con la marca, pero solemos olvidarnos que la función de esta es básicamente una: Aumentar las opciones de ser la opción preferente cuando existen varias alternativas. Todo lo demás son instrumentos, medios y tácticas para que eso ocurra.
Normalmente no suelo utilizar el término Éxito cuando hablo de Branding Personal porque es un concepto muy manoseado y sobreexplotado por los vendedores de humo. Además, el concepto de éxito varía con cada persona y siempre suele haber algún místico que lo confunde con la felicidad.
En mi opinión, la felicidad es algo interior y que no siempre está relacionado con lo que conseguimos o con los factores externos. Sin embargo, el éxito es algo que depende del reconocimiento de otras personas (aumento de sueldo, contrato, cariño de la familia o amigos, premios,…). Entiendo que no son variables independientes, una persona feliz es más probable que tenga éxito y viceversa, pero no deberían confundirse los términos.
Por lo tanto, el objetivo del Branding Personal es diseñar y ejecutar estrategias que aumenten las posibilidades de que se reconozca tu trabajo, tu esfuerzo o tus acciones y esto te va a ayudar a conseguir tus objetivos personales o profesionales. Cuando eso sucede, podrás decir que estás teniendo éxito.
Además se produce un efecto colateral. Cuando tienes éxito, cuando se reconocen tus esfuerzos, aumenta tu valor y va a haber más gente dispuesta a elegirte. En consecuencia aumentan tus opciones, tu capacidad de decisión, tu libertad y, por lo tanto, posiblemente también seas más feliz.
Así que, para conseguir ser la opción preferente, para que te elijan, debes hacer todo lo posible para dejar una huella-marca en la mente de quienes quieras que reconozcan y valoren. Esta huella debe cumplir tres condiciones.
Claridad
Si quieres que te escojan, debe estar muy pero que muy claro lo que puedes ofrecer. Debes responder de una forma sencilla y contundente a la pregunta: «¿A qué te dedicas?». Si tu respuesta es genérica, ambigua, ordinaria, poco definida o algo peor, si ni siquiera tienes una respuesta, puedes imaginar que las posibilidades de ser elegido/a son mínimas o nulas. Si todo lo que se te ocurre decir para presentarte es que tienes una licenciatura y un MBA, la llevas clara.
Los profesionales con una Marca Personal potente suelen ser asociados rápidamente con algo valioso y eso se lo pone muy facil cuando tienen que ser elegidos. Si no eres capaz de encontrar un modo claro y atractivo de describir lo que ofreces, dificilmente serás encontrado y/o recordado.
Profundidad
Las grandes marcas personales o comerciales llegan a ser reconocidas porque consiguen penetrar profundamente en la mente de quienes les tienen que escoger. Eso se consigue a base de esfuerzo, persistencia y consistencia.
Si las empresas se gastan tanto en que tengamos sus logos y logros a la vista es para que el recuerdo no se desvanezca. Por lo tanto, para conseguir reconocimiento debes responder a la pregunta «¿Qué estás haciendo para que se conozca lo que haces?».
Si eres muy buen profesional, padre-madre, amigo/a o esposo/a pero nadie lo sabe podrás sentirte muy orgulloso, pero no tendrás el éxito que mereces. Puedes pensar que hay gente que no busca ni lo necesita ese reconocimiento, pero te equivocas, incluso los santos buscan una recompensa por sus acciones (aunque no esté en este mundo). No te quejes si no haces nada para que te valoren, el problema es sólo tuyo.
Resistencia
Pero no basta con tener claro y comunicar lo que te hace valioso, también es importante que ese recuerdo sea duradero. Y ahí es importante el medio que utilizas para expresarte. Puedes escribir en la arena lo que haces con claridad y con mucha profundidad, pero la primera ola que llegue se lo lleva. O puedes escribir en piedra, que es más trabajoso, pero también más permanente.
La pregunta que debes hacerte es: «¿Dónde estoy dando a conocer lo que hago?». Evidentemente no es lo mismo escribir un libro que twittear. No es lo mismo dar una conferencia que escribir en el muro de Facebook.
Por lo tanto, el objetivo del Branding Personal es despejar el camino para que quienes busquen lo que ofreces, te encuentren y te elijan. Cuando eso sucede podrás decir que has tenido éxito, estarás más cerca de alcanzar tus objetivos y posiblemente de ser más feliz.