El trabajo de posicionar tu Marca Personal
Ya estamos de vuelta. Hoy tenía pensado escribir sobre el libro Tu Modelo de Negocio pero lo dejaré para dentro de unos días. Hoy me gustaría exponer algunas reflexiones sobre la forma en que todo esto de la visibilidad dospuntocerolense nos está afectando, o al menos a mí.
Durante estos días de Semana Santa he decidido mantenerme lo más alejado posible de dospuntocerolandia. Ni posts, ni (casi) twitts, unicamente «servicios mínimos» de revisión de correo y poco más. En uno de los pocos Twitts que he escrito decía que lo peor de desconectarse una semana de dospuntocerolandia es esa mezcla de ansiedad, culpabilidad y síndrome de abstinencia que te provoca.
En realidad estas son sensaciones muy personales y quizás sólo me ocurren a mí, pero es algo que me preocupa y me apetece comentarlo. No me parece sano autoimponerte obligaciones y tener la sensación de que hay algo que deberías (¿deberías?) estar haciendo mientras te dedicas a otras cosas tan tontas como sentarte en la playa a ver el mar o leer una novela de Frederick Forsyth.
El domingo volvía a tener esa desagradable sensación de vuelta al cole, ese sentimiento de tristeza y ansiedad que surgía cuando volvías a casa después de pasar un fin de semana estupendo mientras escuchabas los resultados de los partidos de liga (supongo que por eso detesto el futbol). Se me hacía muy cuesta arriba hacer algo tan simple como esto que estoy haciendo, escribir un post o volver a la dinámica dospuntocero.
Supongo que en este momento estarás pensando, «este tío es idiota, si no le va todo este rollo, ¿porqué no lo deja?». No niego lo de la idiocia, pero lo de dejarlo es mucho más complejo. Me explico.
Tengo la sensación que en demasiadas ocasiones, muchos consideran este mundo del Social Media como algo estupendo, divertidísimo y a algunos les parece muy rara e incluso sospechosa o extraña la gente que no se lo pasa pipa con todo esto. Pues aunque no lo parezca, hay personas que no disfrutan (disfrutamos) con todo esto. Supongo que en las redes sociales se produce una especie de selección natural.
Quienes «viven» en dospuntocerolandia son, al menos, dos tipos de personas. Por un lado están aquellos que se dedican a ello de un modo u otro y por eso es muy peligroso meterse con todo esto porque es como meterse con su medio de vida (y la cosa no está para bromas). Y por otra parte están quienes dicen que se lo pasan muy bien y aprenden mucho (¿?).
Por lo tanto, si no vives de esto y/o piensas que hay formas mejores de divertirte o aprender, lo más lógico es que en poco tiempo abandones este mundillo. Al final sólo quedan los apasionados y los profesionales y puede dar la sensación WYSIWYG, que lo que ves es lo que hay. Sólo ves opiniones favorables y estupendas sobre todo esto. Las voces críticas simplemente se largan. Dospuntocerolandia, a veces, se parece a Corea del Norte, o te gusta o te gusta.
«Entonces ¿Porqué sigues dando el coñazo con tus rollos en el blog y en Twitter?» Pues porque es un medio que consigue excelentes resultados de posicionamiento de Marca Personal cuando se carece de recursos financieros suficientes para llegar a otros medios. O dicho de otro modo, porque forma parte de mi Estrategia Profesional. Pero eso no implica que deba disfrutar con ello. Es simplemente una parte de mi trabajo. Mi profesión tiene partes que me entusiasman y otras que me aburren terriblemente pero que no puedo dejar de lado.
El mundo dospuntocero es una nueva versión del mito de Sísifo. No importa lo que hayas hecho hasta ahora, al día siguiente hay que empezar de nuevo. Y eso no me entusiasma precisamente.
Sé que todo esto que comento es algo muy personal. No espero que nadie piense como yo, pero creo que todo esto forma parte de mi Marca Personal y creo que los elementos emocionales y las creencias tienen una importancia fundamental en el Branding Personal. Si uno no es capaz de entender de qué está hecho y porqué piensa y actúa como lo hace, dificilmente podrá conseguir que otros lo comprendan.