¿Hay que subir al tranvía?

Cuando veas que todo el mundo se sube a un tranvía excepto una persona, en lugar de hacerlo tu también, pregunta a la persona que no lo hace porqué se queda en tierra.

Escuchado a un profesor del MBA de ICADE en 1994

No sé si a tí te ocurre, supongo que si, pero una de las cosas que más recuerdo del colegio eran aquellas modas fugaces que surgían cada tres o cuatro meses. Normalmente se trataba de pequeños caprichos que por alguna razón extraña nos «obsesionaban» a todos los críos y obligaban a los padres a satisfacer.

Un día era el Yoyó, otro era el monopatín, otro era la peonza, otro el bolígrafo de varios colores y así constantemente. Supongo que un sociólogo podría sacarle mucho jugo porque ahí entraban en juego muchos arquetipos. El lider (el que marcaba la tendencia), el innovador (hacía cosas increibles con el juguetito), el poderoso (tenía un yoyó con luces o un boli con dieciseis colores), el rebelde (no quería saber nada del tema), etc.

Cualquiera que tenga hijos puede comprobar que las cosas no han cambiado demasiado y siguen produciéndose estos fenómenos de obsesión colectiva por la «tontá» de turno. Pero creo que el denominador común se podría resumir en: «Si todo el mundo lo tiene, yo no puedo estar fuera».

La presión de la mayoría es muy fuerte. El problema es que cuando es más importante hacer lo que dice un número de personas más o menos grande que la utilidad real, tu Marca Personal se debilita. En ese caso, el criterio de «la masa» se impone al tuyo. Tu Marca Personal se convierte en Marca Blanca. Representas a otros, dejas de ser lo que se muestra en el escaparate para convertirte en el escaparate mismo.

Esto puede parecer cosa de críos pero no es así. Supongo que se debe a que en realidad nunca dejamos de ser caprichosos e influenciables. En dospuntocerolandia este fenómeno es especialmente evidente. Cada aplicación, cada herramienta, cada novedad que surge se convierte en una obsesión para muchos. Parece que cualquier idiotez virtual más o menos vistosa va a ser más importante para nuestras vidas que la peonza con luces o el bolígrafo de colores.

Supongo que es dificil predecir lo que va a tener éxito y lo que no. Lo que no entiendo es que cuando le pides a alguien alguna razón por la que cree que alguna chorrada dospuntocero va a tener éxito casi nunca te habla de lo que puedes conseguir utilizándola sino que directamente te suelta una lista interminable de datos.


Hace unas semanas escribía uno de mis artículos critico-irónicos sobre todas estas cosas en Expansión y alguien escribió un comentario en esa linea de justificación cuantitativa sobre Pinterest. Que si tenía nosecuantos usuarios, que si ha llamado la atención de nosecuantas empresas, que si vale nosecuanto dinero,… Sobre su utilidad no decía casi nada excepto lo obvio, que sirve para mostrar lo que haces, pero eso no es ninguna novedad en La Red.

En Internet existe esa costumbre de hablar de grandes cifras (mucho mejor si lo pones en una infografía) y parece que todos seamos accionistas de Google, primos de Zuckerberg o vayamos a tener un puestazo en Instagram. Creo que debería preocuparnos menos conocer las cifras de esas empresas que en encontrar un beneficio real.

Cuando hablo de Branding Personal siempre aparece alguien que dice que lo importante es ser diferente (en realidad no es así, pero esa es otra historia) e inmediatamente después se empeña en hacer todo lo posible para hacer exactamente lo que hace todo el mundo. Parece que mucha gente quiere ser «diferente» pero lo justo para que no ser considerada «distinta».

Mucha gente dice que hay que destacar, sobresalir, conseguir que tu trabajo sea visible, perfecto. ¿Y que hace para conseguirlo? Pues en lugar de escribir un blog o de hacer algo que requiere esfuerzo pero te posiciona como especialista en algo, se empeña en meterse en ese camarote de los Hermanos Marx que llamamos Redes Sociales.

En una estrategia de Branding Personal o en una Estrategia Personal a secas es fundamental tener claro lo que quieres conseguir y alinear tus prioridades con tus recursos. La peor forma de decidir algo es mirando lo que hacen los demás. Además, a la mayoría no nos va a pasar nada si no somos los primeros en subirnos a todos los trenes que pasan.

En el mundo están pasando muchas cosas, algunas de ellas terribles y no deja de sorprenderme que haya tanta gente más preocupada por el último cambio que ha hecho Google en su misterioso algoritmo que por lo que le ocurre al vecino de enfrente.

En esta vida hay cosas importantes y otras muchas irrelevantes (aunque momentaneamente parezcan imprescindibles). Las personas con una gran Marca Personal son aquellas que han sabido escoger las primeras y descartar el resto.


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