La vida no es un decálogo

Cada vez que se escribe un twitt tipo «crea tu marca personal en sólo X pasos…», un angelito pierde las alas.

Maria Luisa Moreno Cobián@ZumoDeEmpleo

La pasada semana, mi amiga Maria Luisa (@Zumodeempleo) escribió el twitt que acabo de citar. Aunque su tono era de broma, tiene una enorme carga de verdad. Pero está claro que, por desgracia, parece que el ser humano tiene tendencia a reducirlo todo a una pequeña cantidad de reglas, normas y mandamientos.

Creo que uno de los efectos más perniciosos de la utilización de las herramientas dospuntocero es la tendencia a simplificarlo todo, a tratar de condensar cualquier experiencia humana en cinco o diez pasos.

Todos los días me encuentro listas en las que alguien dice que te explica «Como crear tu Marca Personal en Twitter (Facebook, Linkedin,…) en diez pasos» y muchas otras parecidas. Cuando alguien dice eso es que no tiene ni idea del significado de una Marca Personal o simplemente está utilizando uno de esos títulos para mejorar su SEO (Aprovechando tu credulidad y/o falta de ganas de reflexionar).

Lo repito una vez más, una Marca Personal no se crea. Una Marca Personal se descubre y se deja en los demás. Es el resultado del conjunto de las acciones que realizamos y las percepciones que generamos a lo largo del tiempo y que son la consecuencia de nuestros valores, objetivos y creencias. Una Marca Personal no existe o deja de existir por tener o utilizar una Red Social.

Así que, decir que alguien puede tener una Marca Personal por utilizar una Red Social o un blog es patético, ridículo y obsceno.

Aunque escribo esto utilizando como excusa un tema como el Branding Personal que es el que conozco, esta fiebre reguladora y simplificadora se ha extendido por todas partes. Parece que en los últimos años mucha gente se ha dedicado a coger todos los conocimientos del ser humano acumulados durante siglos y se ha dedicado a convertirlos en listas de frases más o menos ocurrentes.

¿De donde salen esas listas? Quién las escribe, ¿Ha probado lo que dice o sólo se limita a cortipegar? ¿Por qué debería creerle? ¿Donde puedo reclamar si lo que dice es inutil o pernicioso?

Parece que hay que deconstruirlo todo. De pronto, cualquiera se considera capacitado para comportarse como Ferran Adriá o alguno de esos cocineros que convierten una estupenda fabada en una «chuminá volatil con chorizo de aire».

En realidad, creo que las reglas, mandamientos y listas de cosas para hacer son una forma de hacer más fácil la vida porque te evitan tener que pensar. Simplemente haces lo que te dicen y punto. Y si algo va mal, la culpa nunca será tuya, así que también te evitas la responsabilidad de decidir. Esto es perfecto en un mundo como el actual en el que nadie quiere asumir el riesgo de ser libre y pensar por sí mismo.

En un debate sobre este tema que mantuve en Twitter opinaba que las normas y leyes son el camino más directo para el fanatismo y las dictaduras. Todos los totalitarismos han nacido de unas ideas más o menos simplistas paridas por un «iluminado». Desde el Libro Rojo de Mao hasta cualquiera de las normas absurdas de muchas religiones, la historia está llena de decálogos y reglas de comportamiento.

Todo debería hacerse tan simple como sea posible, pero no mas que eso.

Albert Einstein

Evidentemente no estoy diciendo que el que alguien explique en diez pasos como crear un blog en WordPress va a convertirle en un dictador. Ojo, no me estoy refiriendo a cuestiones técnicas o mecánicas. Pero cuando esas normas se aplican a cuestiones que afectan a la forma de actuar de las personas, es fácil caer en la tentación de transmitir tus ideas y paranoias a los demás. Y en La Red es importante tener esto en cuenta porque cada día hay personas más influyentes y cualquier cosa que digan va a tener una gran repercusión.

Hay materias como el Branding Personal, el coaching, la psicología, la gestión de empresas, las creencias o cualquier otra que afecte al comportamiento, la gestión, la salud o las relaciones personales en las que decir lo que hay que hacer en unas pocas líneas es ridículo y, a veces, peligroso.

Vale, entiendo que puede ser útil para que tengas un puñado de visitas más a tu blog o unos cuantos RTs, pero cada vez que escribes un decálogo sobre, por ejemplo, «Cómo ¿CREAR? tu Marca Personal» estás consiguiendo algo contraproducente, desprestigiar la tuya.

Es curioso que en un mundo tan libre como debería ser La Red, se multipliquen las personas que tratan de convertir la vida en un manual de procedimientos. Aqui tienes la lección que aprendí de mi profesor de física

No os aprendáis las fórmulas, deducidlas

Sergio Menargues

NOTA: Hoy estoy en el Congreso Internacional de Ciudadanía Digital en San Sebastián. Me toca hablar de Marca Personal y Redes Sociales, así que aprovecharé para dar un poquito de caña.





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