La Marca Personal y el científico loco

Una de las cosas que menos me gustan de dospuntocerolandia es la tendencia a vivir de experiencias ajenas y, casi siempre, muy lejanas. La Red está llena de ejemplos de empresas de éxito anglosajonas que no tienen nada que ver con nuestra realidad. Hay una saturación de decálogos y una repetición infinita de las mismas infografías que cuentan cosas que dudo mucho que nadie haya aplicado jamás.

Una de las cosas que siempre he tratado de hacer es encontrar el modo de vivir mis propias experiencias antes de contarlas. Me parece absurdo limitarse a traducir algo que ha escrito un yankee (ojo, que quiero mucho a los norteamericanos) y cortipegarlo sin más. Por eso me ponen negro esos posts con títulos estupendos para posicionarse en buscadores (10 reglas infalibles para crear tu Marca Personal… y similares) pero que nadie pondrá jamás en práctica.

Creo que en los años que llevo en esto me he aplicado mi propia medicina constantemente (libros, conferencias, redes sociales, blog, prensa,…). He actuado como el científico loco de las películas que decide experimentar en sí mismo antes de salir y contarlo. Por eso en este blog encontrarás con frecuencia explicaciones de mis numerosos errores.

Te cuento esto porque hoy doy un pequeño (o gran) paso en mi propia estrategia de Branding Personal. Si lees este post en un agregador no te darás cuenta. Y si vas directamente a mi blog quizás tampoco te fijarás. Pero he cambiado dos cosas, la imagen de cabecera en la que mi nombre sustituye al tradicional «Marca Propia» y he incluido dos dominios más (andresperezortega.com y estrategiapersonal.com). Pero déjame que te cuente porqué.

Muchas veces me preguntan en los cursos que imparto sobre el modo y las implicaciones de cambiar una Marca Personal establecida. Normalmente la gente se preocupa porque piensan que si estás posicionado de una manera y quieres hacerlo de otra puedes confundir a tu audiencia. Y eso casi nunca es cierto si se hace bien.

La razón es sencilla. Solemos pensar que la gente está más pendiente de nosotros de lo que realmente sucede. Salvo que seamos una figura pública o una estrella mediática, casi nadie va a detectar que hemos cambiado. Pero eso no implica que no tengamos que hacer las cosas bien. Y eso, cuando se trata de Branding Personal suele estar relacionado con tomarse su tiempo y hacer las cosas poco a poco.

Hoy empiezo un proceso en el que voy a tratar de reposicionarme suavemente para seguir una evolución lógica.


Por un lado voy a dar más importancia a mi nombre. He dicho muchas veces que cuando se trata de Branding Personal, tu nombre es tu principal barrera de entrada frente a tu competencia. He hablado mucho en los últimos meses del proceso de degradación que está sufriendo el concepto de Marca Personal. Oportunistas, vendemotos y charlatanes varios están añadiendo la coletilla de Marca Personal a cualquier basura. De este modo puede que ganen algún dinerillo o consigan algunos seguidores en Twitter pero perjudican a quienes tratamos de hacer un buen trabajo. 

El problema de asociar tu nombre a un concepto es que tu futuro va a estar unido a la reputación de este. Y si hay algo que detesto es que algo no dependa de mí sino de las circunstancias o de lo que hagan otros. Creo que pocas veces en mi vida podré decir que he sido pionero o impulsor de un concepto como en este caso con el Branding Personal y por eso me da más rabia lo que sucede. Es como si ves a tu hija salir con un capullo que la maltrata. Pero es lo que hay.

Hace casi nueve años, consideré que Marca Propia (el dominio www.marcapropia.net lo mantengo) era una buena definición de lo que quería hacer. Yo venía del mundo de la distribución y quería jugar con las palabras y relacionar lo que ocurre con las marcas blancas (o marcas propias) con los profesionales. Eso estuvo bien en su momento y con el tiempo he asociado mi nombre a los conceptos de Marca Personal y Branding Personal. Pero mi intención ahora es hacer justo lo contrario, asociar a mi nombre estos y otros conceptos. Y tu deberías hacer lo mismo. Da prioridad a tu nombre. Es tu mejor logo.  

Por otra parte, en esta evolución me he dado cuenta que la Marca Personal es el resultado de las acciones y creencias de las personas. No voy a insistir ahora sobre el error que supone asociarlo a estar en Facebook, escribir un Curriculum o ponerse una corbata verde. El Branding Personal es sólo un elemento de algo más amplio que yo denomino Estrategia Personal. Creo que es necesario aplicar de un modo sistemático el viejo tópico del YO S.A. en el que los profesionales pensemos como empresas.

Por eso, aunque seguiré desarrollando el concepto de Marca Personal porque queda mucho por hacer, mi intención es elevar el punto de vista y unir otros elementos para consolidar un modelo que, por otra parte, tengo bien estructurado.

Pues eso, que hoy es el primer paso para ir reposicionando mi Marca Personal. Como siempre, iré explicando mis meteduras de pata y mis pequeños o grandes éxitos. Pero lo dejo aquí para no hacerlo más largo.

NOTA: Para los más apasionados en esto del Branding Personal quiero decirte que el 8 y el 9 de octubre estará en Madrid William Arruda, uno de los mayores expertos en este tema y de los que más aprendí al principio. Va a dar varias charlas y conferencias que te anunciaré en cuanto se den a conocer.





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