Te van a oir II: El arte de la guerra

Si, ya sé que hacer referencia a El Arte de la Guerra en el título queda muy de los ochenta. En aquella época Gordon Gekko se convirtió en el héroe y ejemplo de muchos directivos y consiguió que el libro de Sun Tzu se convirtiese en un Best Seller. Pero no voy a hablar de la obra de aquel general chino sino de la idea que yo planteo a la hora de diseñar una estrategia de visibilidad.

Creo que no invento la pólvora (hoy me he levantado belicista) si digo que el branding en general y el Branding Personal en particular es equivalente a conquistar una posición, un territorio o un país. La diferencia es que este espacio a conquistar es mental y no físico.

A lo largo de los siglos los estrategas militares han entendido que para conquistar y mantenerse en un lugar no basta con llegar y arrasarlo todo. Hay que convencer a los ocupados de las bondades del «invasor». Eso lo sabía muy bien Alejandro Magno que siempre trataba de integrarse en las culturas que conquistaba. Y eso parecen haberlo olvidado quienes organizan las guerras modernas al pensar que estas se ganan a base de fuerza bruta.

Pues bien, en mi próximo libro planteo que una plataforma de comunicación personal debe tener en cuenta todas las «armas» a nuestra disposición. Desde las más pesadas hasta la propaganda o el espionaje.

Uno de los errores más graves que cometieron los norteamericanos en las últimas guerras es dejarlo todo en manos de máquinas, robots o drones. Parecía que todo podría manejarse desde una sala de control oscura y sólo iluminada con las pantallas en las que se veía como se eliminaba el objetivo. Pues bien, parece que los «civiles» nos comportamos del mismo modo a la hora de ocupar un hueco en la mente de otros.

Las Redes Sociales son equivalentes a esas herramientas que permiten relacionarse con la gente unicamente con un teclado y un ratón. Basta con señarlarlo en Facebook o meterlo en un círculo de Google Plus y ya sólo queda darle al botón de destruir incluir como amigo. Pero una estrategia de posicionamiento requiere la utilización combinada de distintos elementos.

Como he dicho muchas veces, creo que el blog es equivalente a la artillería online. Es el medio en el que vas a utilizar tus armas más pesadas, en el que vas a concentrar tu capacidad de convicción, de comunicación y de demostración.

Canales como Twitter, Facebook o Pinterest son equivalentes a la infantería. Te van a permitir llegar a cada «habitante» y te van a ayudar a difundir tu mensaje de un modo más personal.


También hay espías y colaboradores en el territorio a ocupar. Hay muchas herramientas de información como Google Reader o Google Alerts que te van a decir lo que ocurre en cada momento sobre lo que pueda afectar a tu «campaña». Hay que encontrar personas en LinkedIn que se conviertan en tus informadores en las empresas aparentemente inexpugnables.

Pero no basta con hacer una guerra virtual. Es necesario bajar al terreno y luchar en las trincheras. Hay que hacerse visible en eventos de networking, hablar con quienes son capaces de influir en otros, relacionarse con quienes saben a lo que te enfrentas y convertirlos en aliados.

Hay que utilizar la propaganda y los discursos. Por eso es tan importante encontrar oportunidades para hablar en público y dirigirse de un modo convincente a grupos de personas. Hay que llegar a los medios de comunicación fiables para que transmitan tus ideas.

Incluso puedes escribir libros o crear tu propio canal de televisión o radio para difundir tus propuestas.

Pero todo esto debe estar basado en una Estrategia Personal bien diseñada. Cada territorio, cada persona es distinta y no siempre vale todo. Si pretendes salir de repente a «pegar tiros» virtuales sin saber ni a quién ni para qué, sólo vas a conseguir volver a casa derrotado y deprimido.

Lo curioso es que las grandes empresas siguen pensando que las guerras marketinianas se siguen ganando con bombas atómicas publicitarias. Pero no parecen darse cuenta que eso sólo consigue arrasar el territorio y generar odio.

Pues bien, estas son algunas de las ideas que planteo en el libro y que seguiré desarrollando en los próximos viernes.





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