Te van a oír XVI: La última oportunidad de RRHH
Es curioso, pero si alguien hace una búsqueda en las Redes Sociales buscando información sobre Marca Personal y Recursos Humanos seguramente encontrará a muchos profesionales de ese departamento dando lecciones sobre el tema. Pero no siempre fue así.
Cuando hace casi nueve años empecé a divulgar el Branding Personal, las críticas y los ataques más desagradables, insultantes e injustos me los hicieron algunos responsables de R2H2. Para ellos, esto de ayudar a desarrollar profesionales influyentes, autosuficientes y con libertad (y por lo tanto iniciativa) era algo que les podría complicar mucho su cómoda vida. A ellos se les paga por contratar profesionales de «marca blanca» (baratos, sustituibles, homogéneos) y no por gestionar gente que piense por sí misma.
Quizás por eso no me extraña nada que ese departamento esté en una crisis perpetua, empezando por su propio nombre ¿Recursos Humanos?. Ya he dado mis razones en otros momentos. Pero si otro departamento se plantease constantemente las mismas dudas sobre su papel o su futuro, seguramente habría desaparecido hace mucho tiempo.
Es interesante plantearse porqué, salvo contadas excepciones, un departamento cuya función debería ser la de ayudar a desarrollar profesionales se ha convertido en el amo del calabozo.
Mi opinión es que R2H2 si tiene una función, pero no es la que nos cuentan. De ahí viene su falta de credibilidad y por lo tanto, la debilidad de su marca como departamento. El verdadero y lamentable trabajo de muchos responsables de R2H2 es el de hacer de guardianes y ejecutores de las políticas que impone la dirección que limitan la visibilidad de los profesionales.
Pero creo que hay una salida, una opción para los profesionales de R2H2. Pero deben echarle mucho valor. Y me consta que hay algunos responsables de ese área que están tratando de cambiar las cosas.
Recursos Humanos podría convertirse en el especialista en el desarrollo de profesionales con Marca Personal. Podrían dejar de ser la policía de la dirección para convertirse en los impulsores del espíritu emprendedor dentro de la empresa. Pero claro, eso implica dejar de tratar a los profesionales como «empleados» y empezar a gestionarlos como empresas unipersonales, como socios de la compañía que paga sus nóminas.
Evidentemente eso implica hacer algunos cambios y uno de ellos está relacionado con el tema de mi próximo libro (saldrá el 19 de febrero). Me refiero a dejar de poner barreras, cortafuegos y muros reales o virtuales a los «empleados» para que se comuniquen.
En R2H2 se les llena la boca con la cantinela de la confianza en «su gente» y de que sus profesionales son el mayor activo de su empresa (y todavía lo dicen sin descojonarse). Sin embargo, ayudados por el departamento de comunicación, se encargan de tratar de impedir que cualquiera se asome al exterior. Parecen no darse cuenta que la marca de una empresa es la suma de las Marcas Personales de sus profesionales. No entienden que la opinión de una persona influyente, aunque esté perdida en el noveno nivel del organigrama puede ser más relevante que todas las notas de prensa del director general (redactadas, eso sí, por el DIRCOM, para que el Gran Jefe no la cague).
En R2H2 deben aprovechar la que quizás sea su última oportunidad ayudando a sus profesionales a pensar como empresas dentro de una empresa. Eso implica ayudarles a desarrollar una identidad, una reputación, una Marca Personal y proporcionarles o, al menos, no prohibirles utilizar los medios que tienen a su alcance para aumentar su visibilidad y notoriedad.
Los canales de comunicación de los que hablo en el libro van desde lo «real» hasta lo virtual, pero si lo piensas, seguramente todos ellos están bajo sospecha desde el punto de vista de R2H2.
- ¿Van a permitir y fomentar que los profesionales tengan su propio blog profesional?
- ¿Van a permitir y fomentar que los profesionales que se han hecho un hueco en Redes Sociales puedan hablar con los medios de comunicación?
- ¿Van a permitir y fomentar que los profesionales, sean del nivel que sean, se conviertan en la imagen de la empresa dando conferencias y participando en foros sectoriales?
- ¿Van a permitir y fomentar que los profesionales sean activos en redes como LinkedIn aunque sólo sea por la posibilidad de encontrar proveedores y clientes en lugar de mantener la paranoia de que están buscando otro empleo (si es así, deberían preguntarse porqué)?
- ¿Van a permitir y fomentar que sus profesionales acudan a eventos de networking en los que humanicen a su empresa o se les va a mirar con sospecha por tratar de saltar el muro de Berlin que imponen los guardianes de las esencias?
Como digo, en estos años he conocido a muy buenos profesionales de R2H2, especialmente los más jóvenes y que no tienen una «hipoteca» ni un coche de empresa y creo que el daño está hecho pero también creo que todavía hay una última oportunidad. La decisión es vuestra.