Dirección General

Detesto los decálogos, las reglas generales y las recetas para todo y para todos que se han hecho tan habituales en dospuntocerolandia.

Uno de mis propósitos con el Branding Personal es conseguir que cada persona se dé cuenta de que es alguien único, singular y valioso. Sin embargo, esos «mandamientos» y leyes de la santa madre iglesia dospuntocero se empeñan en reducir, simplificar y automatizar hasta el absurdo cualquier comportamiento humano, especialmente en La Red. Es el nuevo catecismo. De ese modo es difícil que podamos sobresalir y dejar una Marca Personal.

Creo que no sigo ninguna de esas «claves imprescindibles» que se multiplican en Internet y que hay que utilizar porque atraen muchas visitas según, claro, algunos decálogos. Mis post son excesivamente largos. No sigo a todo el mundo en Twitter y tuiteo de forma arrítmica. En mis conferencias creo que me salto todos los «secretos» de los expertos en comunicación. Y no me va mal. Pero jamás se me ocurriría decirte que hicieses lo mismo que yo por una sencilla razón, porque tu no eres yo.

¿Por qué ocurre todo esto? Pues porque a la mayoría no nos gusta pensar. Preferimos que alguien nos señale el camino y si algo sale mal siempre podamos echarle la culpa. Porque nos encanta encontrar atajos simples y recetas generales a problemas complejos. Pero, sobre todo, porque sentimos una aversión terrible a definir objetivos.

Cada vez que alguien me pregunta si es conveniente utilizar una herramienta y otra, aprender algo o relacionarse con alguien, la respuesta es muy simple, DEPENDE DE TUS OBJETIVOS.

En el modelo que estoy planteando en el que debemos pensar como empresarios de nuestra profesión, todo se descontrolará si no empezamos por tener una Dirección General. No tiene sentido ir a lo loco como pollo sin cabeza apuntándose a todo lo que surge. Hoy hay que aprender chino, mañana alemán. Ayer había que estar en Pinterest y anteayer en Second Life. Hoy hay que emigrar o emprender. Y así con todo. La pregunta que habría que hacerse es ¿Porqué? ¿Encaja con lo que yo quiero o simplemente es lo que todo el mundo dice que hay que hacer? Y cuando encuentres TU respuesta, todo será más fácil.

Pero quienes han dejado una Marca Personal potente (positiva como Teresa de Calcuta, Steve Jobs, Mandela o Gandhi o terrible como Hitler o Stalin) no sólo tenían objetivos claros sino una visión y una misión perfectamente definida. Cuando eso lo tienes claro, todo lo demás viene solo y no necesitas decálogos ni leches.


Bueno, en realidad los que tienen las ideas claras y están convencidos de lo que quieren conseguir son quienes crean los decálogos los para que todos los demás sigan sus doctrinas.

Si quieres dejar huella y que te consideren como alguien a tener en cuenta, debes tener claro hacia donde te diriges o de lo contrario estarás dando vueltas erráticamente. Si no tienes ni idea de donde quieres llegar, ¿Cómo esperas que alguien apueste por tí? ¿Por qué debería confiar en tu proyecto si, ya de momento, no tienes proyecto?

Pero no es suficiente con decidir como quieres posicionarte (Dentro de X años seré un referente en …) sino que debes tener una visión del mundo y una misión, el papel que vas a jugar para lograr esa visión.

Si todo esto te parecen pajas mentales, no te preocupes, es lo que le sucede a la inmensa mayoría de la gente. Y por eso la inmensa mayoría de la gente pasa sin dejar rastro.

Pero si quieres que te tengan en cuenta, te valoren, te respeten y sigan tus decálogos, mandamientos, leyes y claves, más te vale dejar perfectamente claro y definido el punto de destino en tu GPS personal.

Pero el mejor consejo que te puedo dar es que no hagas caso de ningún consejo (ni siquiera de este) si no encaja con tus objetivos, valores o intereses personales. Pero claro, para eso, antes debes saber cuales son.

Trayectoriapeq


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