¿Pero tu te has visto?

Cuando iba al colegio tenía un amigo que podría aparecer en cualquier película de adolescentes norteamericanos como el friki, el extravagante, el rarito. Desde muy pequeño estaba obsesionado con lo paranormal, los OVNIS y cualquier chorrada digna de Iker Jimenez o, en aquellos años, de J.J. Benitez o Jimenez del Oso. Hace poco lo encontré en Facebook y parece que no ha cambiado mucho.

Una de las cosas de las que más hablaba este chico era de los viajes astrales que básicamente es una experiencia en la que te ves a ti mismo desde fuera de tu cuerpo. Pues bien, al hablar de Estrategia Personal con muchos alumnos y clientes, creo que sería genial que eso no fuese sólo otra chorrada de mi viejo colega.

Cuando doy clase a alumnos de escuelas de negocios veo que constantemente están analizando, diseñando y debatiendo sobre estrategias de grandes empresas. El método del caso consiste en ver lo que le sucede a una organización y entender lo ocurrido o hacer recomendaciones de mejora. Y eso se les suele dar muy bien. Independientemente del tamaño, país o tipo de empresa, normalmente preparan unos trabajos muy interesantes y vistosos con sus conclusiones.

Mi planteamiento con respecto a la Estrategia Personal es que debemos pensar en nuestra profesión como en nuestra empresa y en nuestro trabajo como en nuestro producto. Da igual que seamos empleados, desempleados, autónomos, emprendedores porque todos somos neoprofesionales YO S.A.

Pues bien, cuando les digo a mis alumnos que diseñen su propia Estrategia Personal igual que harían si fuesen una de esas empresas que estudian, se quedan bloqueados. Es como si fuesen perfectamente capaces de juzgar a desconocidos de los que sólo tienen una información parcial pero se paralizan cuando tienen que hacerlo sobre su propia profesión teniendo todos los datos a su disposición.

Ahí es donde echo de menos las fantasías de mi amigo. Sería estupendo que aquello que contaba fuese cierto para poder alejarnos un rato de nosotros mismos y poder vernos de un modo distante y objetivo.

Lo que les pido no es demasiado complicado. De un modo muy simple trato de que entiendan que deben cumplir principalmente con lo que yo denomino la Fórmula del Reconocimiento para poder dejar una Marca Personal memorable. Pero para eso deben verse a sí mismos profesionalmente como si fuesen una empresa a la que van a auditar. Y deberían tener en cuenta estos factores.


Utilidad

¿Hasta qué punto es relevante lo que haces? ¿Qué pasaría si te sustituyesen en este momento? ¿Quién puede hacer lo mismo que tu? Esta es la parte que yo suelo relacionar con nuestro producto, oferta o valor. Sin embargo, muy pocas, poquísimas personas con las que hablo de esto son capaces de decir porqué son necesarias y de esas, casi ninguna puede justificarme qué es lo que las hace mejores que otras.

Si una empresa no es capaz de ofrecer algo que útil o que satisfaga una necesidad mejor que otras, tiene los días contados. Sin embargo, cuando eso mismo trato de aplicarlo a los profesionales les cuesta mucho verlo o quizás es que no quieran hacerlo. Pero ¿Cómo vas a convencer a tu jefe, cliente o contratador si no sabes qué es lo que te convierte en imprescindible… o casi?

Fiabilidad

Otra de las cuestiones que parece que se les atraganta a quienes conozco es la forma de generar confianza. Eso es especialmente complicado cuando trato con profesionales del coaching o de temas cuyos resultados son poco tangibles. Vale, me dices que eres bueno en lo tuyo y que eres capaz de conseguir que gane dinero, tiempo o bienestar pero ¿Por qué debería creerte?

Incluso cuando trato con profesionales del marketing, este parece un escollo insalvable cuando en realidad es muy sencillo. Se trata de proporcionar pruebas, evidencias, testimonios y demostraciones que consigan que crea en lo que dices. Si estuviesen tratando de comprar una empresa seguro que se les ocurrirían decenas de formas de obtener esa información pero cuando se trata de sí mismos, les parece imposible.

Visibilidad

Este último factor es el que siempre parece más fácil a la par que atractivo. Consiste en encontrar el modo de darse a conocer y de hacerse visibles. En este momento es tremendamente sencillo utilizar algunas de las herramientas de Marketing Personal que tenemos a nuestro alcance. El problema es que si no sabes lo que puedes ofrecer ni tienes pruebas que sostengan lo que dices, la visibilidad puede ser más un peligro que una ventaja.

Es muy difícil que los demás te vean como alguien valioso si antes no has tenido una «experiencia extracorporal» profesional y te has visto a ti mismo. Sólo cuando seas capaz de juzgarte con objetividad, como si no fueses tu, podrás diseñar una Estrategia de Branding Personal eficaz. ¿Pero tu te has visto?

NOTA: Mi amigo Luis Labrador (no tiene nada que ver con el que cito en el post) ha conseguido su segundo Oscar (el primero fue por Spiderman2). Supongo que eso es lo que puede pasar cuando tienes algo valioso que ofrecer, lo muestras, lo demuestras, trabajas duro, aprendes y resistes. Enhorabuena. Ahora a por el tercero.





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