Estilo, la personalidad de tu Marca Personal
La semana pasada estuve hablando con otro Andrés. Podría decir que es el conserje, jardinero, experto en mantenimiento, trabajador incansable, solucionador de marrones, vigilante, amigo o confidente en el edificio en el que viven mis padres. Pero es mucho más que eso. Muchísimo más.
Le conozco desde que mi familia y yo volvimos a vivir a Madrid y para mi, Andrés, siempre ha sido una figura que ha estado ahí y que transmite confianza, tranquilidad y mucha ternura. Lo cierto es que siempre le he visto con el mismo aspecto, por eso cuando me dijo que se jubilaría en poco más de un año, primero me sorprendió y luego le dije que sería imposible encontrar a alguien como él que hiciese un trabajo tan excelente durante tanto tiempo.
Andrés es de esas personas, como Ángel, que dejan Marca Personal. Quizás nadie haga un análisis en un blog o aparezca en un medio de comunicación hablando sobre su trabajo y sobre el valor que ha aportado a tantas personas que quizás ni se dan cuenta ni se lo agradecerán nunca como merece. Mi tocayo es de esos profesionales que recordarás durante mucho tiempo, especialmente cuando venga su sustituto. Es el Rafa Nadal de su profesión.
Pero al pensar en Andrés he recordado lo importante que es lo que se denomina Estilo de la Marca Personal. Dicen Mcnally y Speak en Sea su propia marca que en una Marca Personal hay tres factores que la caracterizan y que ellos denominan Competencia, Estándares y Estilo.
La Competencia es la capacidad de hacer algo. Cualquiera que se haya preparado, formado o adquirido experiencia y demuestre que puede hacer lo que dice que hace se considera competente. Es el nivel más básico para construir una Marca Personal. El problema es que es condición necesaria pero no suficiente. En este momento hay muchos profesionales competentes y capacitados para hacer algo y todavía hay muchos más si contamos a quienes presumen de estarlo sin ser cierto. Así que no suele ser un factor demasiado diferenciador salvo que seas competente para hacer algo muy específico o especializado.
Los Estándares son los niveles de calidad y de fiabilidad con los que haces tu trabajo. Aquí la cosa se reduce bastante. Puede haber muchos profesionales teóricamente competentes pero con unos estándares o niveles de profesionalidad que dejan bastante que desear. Creo que las grandes Marcas Personales tienen unos estándares altos y tratan de mejorar cada día. Si ser competente implica tener un «producto», tener estándares elevados es como tener un «buen producto» y eso es un elemento diferenciador importante.
Por último está el Estilo que es como el carácter, el temperamento, la personalidad de tu Marca Personal. Hay muchos profesionales competentes, hay algunos profesionales con estándares elevados pero de estos, hay muchos menos con un estilo propio o distintivo.
El Estilo es el aspecto más emocional de la Marca Personal. Es lo que te toca la fibra sensible, lo que te llega más adentro. El problema es que cuando entramos en el mundo de lo emocional nos encontraremos con quienes conectarán inmediatamente y quienes nos descartarán sin pensárselo dos veces.
Andrés es uno de los profesionales más competentes que he conocido. Siempre ha hecho su trabajo con unos estándares muy por encima de la media y si este mundo fuese justo, debería ser reconocido como merece. Pero además es que su Estilo es único. Creo que nunca le he visto sin su sonrisa, sin tratar a los críos de los vecinos como si fuesen suyos, sin perder ni un segundo cuando la viuda del primer piso le pide que le eche un vistazo a una tubería que gotea. Eso es ESTILO.
El Estilo se transmite en todo lo que hacemos siempre y cuando no tratemos de ocultar lo que realmente somos. Cuando ves dos profesionales competentes del mismo sector y uno te cae bien y el otro te parece un capullo, la culpa es del Estilo. Lo que ocurre es que para otros, la percepción puede ser justo la contraria. Por eso es importante mostrarte como eres y transmitir autenticidad.
El mundo de la política parece que es el único sector en el que puedes ser incompetente y tener unos estándares por debajo de cero pero puedes tener éxito si gestionas bien tu estilo. Si sabes decir a la gente lo que quiere escuchar, muy pocos se van a preocupar de que hayas demostrado tu capacidad de gestión.
El Estilo es la forma que tienes de transmitir tus valores y creencias. Si crees que la gente es importante, eso se va percibir. Si la libertad o la independencia es uno de tus valores eso se va a notar en la línea editorial de tu blog, en tus conferencias o en la charla en máquina del café. Y así con todo. La buena noticia es que todos tenemos Estilo propio otra cosa es que nos empeñemos en esconderlo. La otra buena noticia es que no hay estilos buenos o malos sino circunstancias y personas en las que estos encajan mejor o peor. Sólo hay que encontrarlas.
Mucha gente tiene miedo de mostrarse como es para no ofender a nadie o algo peor además de imposible, para tratar de gustar a todo el mundo. Por eso el mundo y especialmente dospuntocerolandia está lleno de información y contenidos sin alma, repetidos y llenos de ese gran cáncer de nuestro siglo que es lo políticamente correcto.
No digo que debas soltar todo lo que pasa por tu cabeza, hay que tener sentido (común) y sensibilidad. Lo que trato de decirte es que si quieres dejar huella debes desmelenarte un poco y mostrar tus emociones. Los personajes de las novelas, las películas y los telediarios que más nos gustan son los que tienen alma, aunque sean unos capullos. Y esos son los que dejan huella y los que recordaremos durante décadas porque se convierten en «clásicos».
Así que si te estás preguntando cómo es posible que un profesional competente y con unos estándares elevados esté pasando desapercibido quizás la respuesta está en que estás tratando de disimular tu Estilo y de evitar mostrar lo que es importante para ti, ocultando tus sentimientos y disimulando tus creencias.
Así que, Andrés, aunque no creo que leas esto, gracias por ser Competente, por tus Estándares insuperables y sobre todo, por tu Estilo inigualable.