Lecciones aprendidas de la política

EstrategiaSi hay algún aspecto positivo que podemos sacar de la situación política que estamos viviendo es que hay algunas lecciones que podemos aprender para aplicarlas al ámbito personal o profesional.

No es este un post sobre política ni tengo intención de defender a ningún partido ni a sus dirigentes, básicamente porque creo que todos ellos se han ganado el desprecio de cualquier ciudadano que paga sus impuestos.

Sin embargo, creo que hay que aprender de los errores, especialmente si son otros quienes los cometen. Como digo, lo que voy a comentar a continuación no se refiere a ningún partido en concreto aunque podría aplicarse a todos ellos.

Cuando la amistad deja de ser un valor positivo

Al hablar de Estrategia Personal, uno de los factores primeros y principales es tener valores claros y ser capaz de defenderlos cuando sea necesario. Cuando demuestras que algo es importante para ti y lo haces de forma consistente, acabas generando confianza y credibilidad aunque haya quienes no compartan tus mismos criterios. Quizás por eso nos gustan los «malos, pero malos de verdad» de las películas, porque son unos hijos de puta, pero te puedes fiar de su hijoputez y no te van a defraudar soltando frases Coelhianas.

Ser amigo de tus amigos es uno de los valores más apreciados… por tus amigos. Pero cuando se trata de política, eso de poner la mano en el fuego por los colegas está muy bien siempre y cuando te hundas con ellos cuando les pillen mangando o delinquiendo. El problema es que nuestros políticos ponen sus relaciones personales por encima del cumplimiento de su deber y eso les convierte en individuos poco fiables y su Marca Personal vale entre cero y nada.

¿Significa eso que debes sacrificar una amistad si va en contra de tus promesas o de tus acciones o del propio país? Pues cada cual tendrá su propia respuesta, pero como en cualquier dilema de valores, vas a pagar un precio y eso sólo lo puedes decidir tú.

Oponerse o generar alternativas

Cuando empecé a escribir este blog y a hablar de Marca Personal caí en una de las trampas más peligrosas cuando tratas de defender algo. Me refiero a ponerte a la contra, a buscar un enemigo, a elegir una víctima a la que unos pocos o unos muchos también detestan. Si tienes ganas de repasar los posts de mis primeros tiempos verás que hay mucha mala leche contra los departamentos Recursos Humanos o contra algunas tendencias de gestión o de Internet.


Es muy tentador eso de convertirte en un matón virtual porque, cuando hay gente que te jalea y además te escondes tras una pantalla, es muy probable que acabes sucumbiendo a ese placer cobarde. Además, es mucho más fácil ser cínico en una Red Social y hacer chistes «a la contra» o «memes» divertidos que encontrar soluciones y alternativas viables.

El problema es que si vamos a elegir a alguien no es por lo que puede criticar, destruir o ridiculizar sino por el valor que puede aportar, por lo que puede hacer por nosotros. Vale, puedes utilizar lo de ponerte enfrente de algo o alguien para establecer tu posicionamiento, pero inmediatamente después debes demostrarme que eres mejor que aquellos a los que atacas.

Parecer frente a Ser, Estar o Hacer

La política, y también el mundo dospuntocero, se han convertido en un espectáculo de luz y sonido. Todo consiste en distorsionar la realidad para que percibamos otra cosa. Cada caso de corrupción, cada metedura de pata, cada bronca viene acompañada de una campaña de imagen para «que no parezca que…». Parece que es más importante el Marketing que la Calidad, la Producción, la Innovación, las Finanzas o la Logística. El problema es que antes o después deberás dejar de Parecer para demostrar que Eres y Haces lo que dices y si no hay coherencia va a ser casi imposible que te recuperes.

Clientes y seguidores

Hay un factor en el mundo «real» en general y en el virtual en particular que es bastante preocupante y que puede llegar a influirnos. Me refiero a la existencia de dos mundos, uno minoritario pero vociferante y otro silencioso pero que creo que es el más abundante. Considero que la mayoría de la gente no tiene (no tenemos) tiempo ni ganas de estar opinando en todas partes. Sin embargo, siempre hay gente dispuesta a lanzar tuits, a comentar en los medios digitales, a salir a la calle o a gritar eslóganes y lo hacen con tanta fuerza que parece que son la tendencia general.

Creo que es fácil perder en norte y actuar en función de lo que escuchamos a los que más gritan, por unirnos a la masa vociferante o simplemente por no «significarnos». Eso se soluciona mirando menos el marcador, las encuestas, los Trending Topics y revisando dentro de nosotros, o de los partidos y las organizaciones, para mantener el enfoque y defender los principios que nos hacen ser como somos.

Creo que el problema en el que nos encontramos es que lo que he escrito es aplicable a todos los partidos actuales. Desgraciadamente no podemos deshacernos de ellos pero, al menos, podemos aprender de sus errores y aplicarlos a nuestra Estrategia Personal.





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