Visión. Dibuja tu futuro para actuar en el presente
Si me sigues, ya sabes que mi intención desde el principio es la de ayudar a los profesionales a realizar una gestión más empresarial de su trabajo. Por eso hablo de Oferta Personal, Marketing Personal, Calidad Personal y de otros elementos que podrían equipararse a los departamentos de una empresa y dando como resultado una Marca Personal.
Por cierto, utilizo el término «Personal» más que «Profesional» porque creo que, aunque principalmente hable de asuntos relacionados con el trabajo, también puede aplicarse al ámbito privado. Así que, en todo caso creo que lo correcto sería hablar de XXXX Personal para Profesionales.
Hay aspectos muy tangibles como la Productividad Personal, Las Habilidades Personales o las Finanzas Personales y otros más etéreos como la Actitud, la Motivación, o la Visión.
Aunque haya elementos menos «físicos» como la Misión, la Visión o los Valores, lo cierto es que son tan importantes o más que el resto. De hecho, en mis programas, además de hablar de ellos al principio, suelo dedicarles más tiempo que a la mayoría de los otros «departamentos» del YO S.L.
Dentro del Módulo de Propósito, que es el que sitúo más arriba de mi modelo, incluyo Motivación, Visión, Objetivos, Misión y Valores. Serían algo así como lo que decide tu Comité de Dirección, pero en este caso, ese comité eres sólo tú.
Si, ya sé que ese tipo de cosas suenan a manual de primero de MBA y que pronto se olvida. Quizás se deba a que nos hemos acostumbrado a que las empresas no sólo no les hagan demasiado caso sino que, a veces, vayan justo en la dirección contraria.
Tienes el derecho a imaginar tu futuro
Esta semana, mi hija hace la Selectividad, la EBAU o EVAU como la llaman ahora. Recuerdo cuando tuve que hacerla yo y, además de asustado, estaba ilusionado porque ese era un paso importante para llegar a donde quería. Lo que ocurre es que con el tiempo, esa imagen se va desdibujando y la realidad te acaba poniendo en tu sitio.
Así que, llega un día en el que quizás te llega una especie de Deja Vu visionario y por un momento recuerdas aquello que un día soñaste. Pero suele pasarse pronto.
El problema es que si no imaginas un futuro, no puedes hacer ingeniería inversa y dedicarte a establecer las acciones que te lleven ahí.
Esto me ha ocurrido muchas veces tanto como «cuentajenado» como siendo Profesional Libre, pero especialmente cuando entras en la rutina de un trabajo por cuenta ajena y el único futuro que te planteas es el de tus próximas vacaciones.
Tienes el derecho, incluso diría que tienes la obligación de pintar tu futuro ideal. Ya sabes que no soy nada partidario de eso del pensamiento positivo y de que basta con desear las cosas para conseguirlas. Lo que te digo es que sin un horizonte, sin un faro, no vas a moverte y, si lo haces, va a ser sin un rumbo claro.
La Visión no está para alcanzarla
Alguien dijo algo así como que si estableces tu Visión y la alcanzas es que esta no era suficientemente ambiciosa. La Visión Profesional o Personal tiene que ser grande, estimulante y muy probablemente inalcanzable. Pero por el camino vas a conseguir cosas que ni te imaginabas.
Suelo poner el ejemplo de aquella ocasión en la que publicaba en mi blog en 2006 que algún día alguien escribiría un libro de Marca Personal para Dummies, incluso me inventé una portada de ese hipotético libro. En aquella época todavía estaba cobrando el paro y ni se me pasaba por la cabeza escribir un libro. Sin embargo diez años después, ese libro se escribió y me tocó a mi hacerlo.
Como ese ejemplo, tengo muchos, pero el único mérito ha sido el de ir a piñón fijo en una dirección fijada. De hecho mi amigo Jose Pascual, me hizo mi primer logo en el que le pedí que me dibujase algo que representase un faro en un mar revuelto.
Sin futuro no hay Estrategia Personal
¿Cómo esperas saber lo que tienes que hacer para llegar a donde quieres si no sabes donde quieres llegar? Si, lo sé, la rutina te quita la ilusión o simplemente no te deja un momento para pensar, pero sin un destino no sólo no vas a tomar medidas sino que ni siquiera te vas a poner en marcha.
Y esto es especialmente grave, no cuando las cosas van mal, sino cuando vas a velocidad de crucero. Cuando todo se jode, no te preocupes porque las pilas ya te las pone la situación. Pero lo interesante es moverte cuando las cosas van bien y en la dirección que tú eliges, no la que te imponen otros o las circunstancias.
Te cuento esto porque estoy viviendo una de esas épocas en las que, a pesar de todo, te animas a poner en marcha cosas nuevas. Puede que unas salgan y otras no, pero lo importante no son las tácticas sino la Estrategia Personal que te va a llevar a un lugar que has imaginado tú y que no te han impuesto otros.
Cuando tienes esa imagen en la cabeza, todo empieza a tomar forma. Por eso te animo a que, en primer lugar, no te rindas y simplemente te dediques a alcanzar la Visión de otros. Y en segundo lugar, que no te cortes un pelo y pienses a lo grande. Luego ya veremos en lo que queda la cosa, pero es mejor quedarse a la mitad de algo que merezca la pena que llegar al final de algo ridículo.