Papeleo. La burocracia infernal
Hace poco me comentaba mi hija que una compañera de universidad quería vender en Internet algunos muñecos de crochet que crea. Mi hija, que no para de inventar, también se ha planteado poner a la venta algunas de las creaciones que va sacando adelante. Camisetas, canciones, fotos, artesanía,… son muchas las aficiones que podrían monetizar. Me parece genial su iniciativa.
Posiblemente nunca lleguen a hacerlo por una razón muy sencilla. Les preocupa tener problemas con los impuestos o con la administración. Es muy triste pero es así.
¿Tengo que cobrar IVA? ¿Cuánto? ¿Y si me compran desde un país tercero? ¿Debo darme de alta como autónomo? ¿Crear una empresa?
Joder, que todavía están estudiando y sólo quieren ganar algunos euros para tomarse una Coca cola el fin de semana, pero ya se están viendo con las esposas y entrando en un coche de la policía tras un registro en el cuarto en el que estudian.
No sé si llegarían a vender algo, un poco o mucho, pero es terrible que cualquier brote de puesta en marcha de un pequeño negocio sea eliminado de golpe antes de empezar por el miedo a meter la pata con cuestiones administrativas.
No seré yo quien anime a defraudar o a trabajar en negro o en B. No sólo no lo he hecho nunca sino que suelo pecar de conservador, precisamente por miedo a meter la pata con este tipo de cuestiones que no entiendo. Sin embargo, creo que, en casos como los que te comento, lo principal es poner en marcha su idea y si la cosa empieza a arrancar, poner en orden los papeles, las cuestiones fiscales y legales.
No estamos hablando de poner en marcha un local nocturno o una empresa farmacéutica, simplemente se trata de ensayar con un micronegocio que quizás, con el tiempo, les lleve a aventuras más grandes. Pero si se frenan antes de empezar, quizás habremos perdido para siempre a quienes pueden llegar a crear empleo y riqueza,
Es increíble y terrible el nivel de terror fiscal que han llegado a crear desde algunos gobiernos. No me extraña que tanta gente sueñe con conseguir una plaza de funcionario y ni se plantee no ya crear una empresa, sino simplemente intentar monetizar una idea.
Primero busca clientes y luego hablamos
Cuando tienes tendencia a poner en marcha proyectos es fácil ilusionarte y pensar que te vas a comer el mundo. Lo cierto es que, al menos en una primera fase, no suele ser habitual que tengas éxito en el primer intento.
Lo que no puedes hacer es dedicar más tiempo a preocuparte por los veinte o treinta euros que debes pagar a Hacienda por vender dos docenas de camisetas que a mejorar tu producto o atraer clientes.
Ya te digo que nunca he tenido problemas de ese tipo con la Administración porque, como me suelen decir, soy escrupulosamente legal. Pero lo que me ahorro de disgustos y de tiempo, me compensa.
Pero también te digo que, si tienes una idea, empieces a ponerla en marcha y, si aquello pinta bien, inmediatamente te pongas al día con el papeleo.
El papeleo afecta a la marca
En mi modelo de Estrategia Personal por supuesto que incluyo un módulo para tratar estos temas farragosos y antipáticos, aunque seguro que alguno disfruta con ellos.
Impuestos, seguros, homologaciones, autorizaciones, permisos,… La barrera administrativa para sacar adelante hasta lo más sencillo va creciendo cada día. Si a eso sumamos la incompetencia creciente de la administración, hay que ser un héroe o una heroína para intentar sacar adelante hasta lo más sencillo.
El problema es que si haces todo el esfuerzo y consigues tenerlo todo en orden en un plazo razonable, simplemente habrás cumplido con la ley. Pero, ah amigo, como tengas un problema o cometas un error y se sepa, posiblemente te van a etiquetar de todo lo malo.
Si, por lo que sea, te equivocas con alguno de esos infernales documentos o formularios que te exige la administración y se te asocia con algún problema, entonces todo tu esfuerzo de credibilidad de tu Marca Personal quizás haya sido inútil.
Estás sólo y debes tomar decisiones
Lo he dicho aquí y en mis libros desde el primer día en que empecé a hablar de estas cosas, no esperes ayuda del gobierno, ni de los sindicatos, ni de las asociaciones empresariales. Estás sólo/a y si quieres tener una mínima oportunidad de éxito, tendrás que tomar decisiones y asumir tu responsabilidad.
En el mundo de grises y situaciones difusas en el que nos vamos a mover quienes decidimos poner en marcha nuestras ideas, deberemos asumir que hay situaciones en las que, cuando demos el salto, podemos tropezar. Pero eso es mejor que quedarse quieto.
Mi consejo a mi hija y su amiga es algo parecido a aquello de es mejor pedir perdón que pedir permiso. Si quieren poner en marcha ideas que, en principio no les van a generar más que un puñado de euros que posiblemente ni les cubran los costes, les animo a que lo hagan. Y si Hacienda les pilla defraudando 23,55€ les compensa pagar la multa y los intereses.
A pesar de todas las dificultades, problemas, esfuerzo o tiempo invertido, sin ninguna duda lo que más me ha paralizado desde el principio ha sido el papeleo, la burocracia, la administración. Puedes encontrar fórmulas para mejorar tu producto, puedes optimizar tu estrategia comercial, puedes hacer mejor marketing, pero cuando te enfrentas con el muro administrativo, no tienes nada que hacer, sólo agachar la cabeza y aceptarlo.