Incluye tus aficiones en tu estrategia de Marca Personal para generar sintonía
¿Por qué compartir tus aficiones puede potenciar tu marca personal?
Cuando pensamos en construir una marca personal sólida, la mente suele ir directo a la experiencia profesional, logros, proyectos o competencias técnicas. Todo eso es importante, sí. Pero muchas veces olvidamos un componente clave para generar conexión real con los demás: mostrar quién eres más allá del trabajo.
Tus pasatiempos y aficiones no son detalles menores. Son elementos que aportan autenticidad, humanizan tu perfil profesional y pueden ser la puerta de entrada a relaciones más significativas. En un entorno saturado de perfiles que suenan iguales, mostrar tus intereses personales, de forma estratégica y coherente, puede producir un impacto positivo.
Las aficiones generan cercanía y hacen que tu marca se sienta más humana
Uno de los grandes errores en la comunicación profesional es parecer una máquina de productividad sin vida fuera de la oficina. Este enfoque desconecta. Las personas conectan con personas, no con currículums.
Cuando incluyes tus pasatiempos en tus biografías, entrevistas o redes sociales, das señales claras: tienes intereses genuinos, una vida activa y facetas personales que pueden resonar con otros. Mostrar que tienes vida más allá del trabajo genera cercanía y te hace más accesible.
No se trata de forzar una imagen “simpática”, sino de compartir con naturalidad esos aspectos que también te definen.
Incluye tus aficiones en tus perfiles de forma clara y concreta
Una forma sencilla de empezar es incorporar tus pasatiempos en tus biografías online (LinkedIn, Twitter, sitio personal, etc.). Hazlo con términos breves y claros. No hace falta ser poético ni rebuscado: lo importante es que cualquiera entienda rápidamente a qué te refieres y que eso sea fiel a tus gustos reales.
Ejemplos:
- “Ciclista de fin de semana. Fan del jazz en vinilo.”
- “Dramaturgo amateur y lector empedernido de historia.”
- “Coleccionista de latas de cerveza. Apasionado del futbol de segunda.”
Este tipo de descripciones no solo enriquecen tu perfil, también pueden iniciar conversaciones inesperadas, generar afinidades genuinas y abrir puertas a nuevas conexiones.
Evita los hashtags y adornos innecesarios
Aunque en las publicaciones los hashtags pueden tener sentido, usarlos en biografías personales puede dar una imagen forzada o artificial. Mejor optar por descripciones sencillas, honestas y sin tratar de impresionar.
La naturalidad y la claridad siempre funcionan mejor que el intento de destacar a toda costa.
Crea un blog o espacio donde desarrollar tus intereses
¿Tienes un hobby que te apasiona? Dedicarle un espacio propio puede ser una excelente forma de construir una “micro marca” personal. No necesitas grandes audiencias ni ritmos de publicación frenéticos. Basta con compartir de forma constante y auténtica.
Un blog, una newsletter en Substack, un perfil en Medium, un Tumblr o incluso una cuenta en Instagram si lo tuyo es lo visual, pueden convertirse en plataformas para mostrar tu perspectiva única sobre ese tema.
Lo importante es que el contenido refleje tu interés real. Un ritmo sostenible (aunque sea una vez al mes) es más valioso que publicar mucho durante dos semanas y luego abandonar el proyecto.
Cuenta historias, comparte fotos y experiencias
Las aficiones se viven, se sienten, se disfrutan. Cuanto más personal y narrativo sea el enfoque que les das, más auténtico y atractivo será para quien te lea o escuche.
- ¿Te gusta viajar? Comparte anécdotas.
- ¿Te interesa la escritura? Publica fragmentos.
- ¿Te fascina el deporte? Comenta partidos, cubre eventos, escribe análisis.
Cada una de estas acciones no solo muestra tu pasión, también construye una narrativa coherente que puede tener valor profesional si sabes integrarla bien.
Trata tus intereses personales con respeto
Tus pasatiempos pueden ser activos estratégicos, si los comunicas con criterio. No los subestimes. Muchas personas han conseguido nuevas oportunidades profesionales, colaboraciones o visibilidad simplemente por compartir de forma inteligente lo que les apasiona.
La clave está en el enfoque: si lo haces con calidad y autenticidad, pueden convertirse en parte de tu propuesta de valor. Incluso aunque no estén directamente relacionados con tu trabajo actual.
Y si algún día decides reorientar tu carrera hacia esos intereses, ya habrás sembrado una base sólida de contenido, presencia y credibilidad.
No todo tiene que ser visible (pero lo que compartas, que sume)
Por supuesto, no hay obligación de hacer público todo lo que te gusta. Si prefieres mantener ciertas aficiones en privado, es totalmente válido. Lo importante es que lo que elijas compartir, lo hagas porque te representa y te aporta, no por presión o moda.
En resumen: tus pasatiempos no son una distracción, son parte de tu identidad. Pueden parecer irrelevantes, pero bien gestionados pueden ayudarte a diferenciarte, generar afinidad, construir nuevas audiencias y hasta redefinir tu camino profesional.
No los ocultes ni los minimices. Dales el espacio que merecen en tu estrategia de marca personal.
Conclusión: tus intereses personales también comunican
Mostrar tus aficiones de forma auténtica no te hace menos profesional. Al contrario, te hace más completo, más cercano y más interesante. No tengas miedo de compartir esas facetas tuyas que a veces parecen quedar fuera del “perfil corporativo”. Son parte de lo que te hace único. Y, en el fondo, son esas partes humanas las que más conectan con los demás.
Tu marca personal no solo se construye con logros y títulos. También se fortalece con historias, pasiones y detalles que muestran quién eres en realidad.