Suelo decir que lo más importante para comunicar tus ideas ya lo tienes. Me refiero a hablar y escribir, es decir, a utilizar la comunicación verbal. A pesar de la tecnología que nos invade, al final todo pasa por la palabra, incluso en canales tan visuales como Instagram. Sin embargo, constantemente me encuentro a personas que, a la hora de utilizar la comunicación verbal, debilitan terriblemente la huella que dejan.
Hace unos días, Elena Gomez del Pozuelo preguntaba en un tuit si merecía la pena soportar las críticas y los disgustos por meterte en temas ajenos a tu profesión, especialmente cuando se trata de opinar sobre política. Sobre lo de opinar y defender tus valores públicamente ya he hablado aquí en varias ocasiones y mi postura está clara. Creo que si no defiendes aquello que crees y que forma parte
En mi modelo de Estrategia Personal, una de las Ps de las que he hablado menos, pero es muy importante, es lo que denomino PROPAGACIÓN. Si me sigues y más o menos tienes claro que como profesionales en particular y como personas en general, debemos gestionar diferentes palancas para poder desarrollarnos, tendrás claro que, además de tener un propósito, valores, cualidades, «producto» o visibilidad (real o virtual), también debemos comunicar
Si ya tienes algunos años, seguramente usaste enciclopedias de las de papel para hacer trabajos del colegio. Tenías dos opciones, la primera, la que yo usaba, era ir a la biblioteca y tomar allí las notas necesarias. La segunda, la de los más afortunados, era utilizar la que tenían en casa. Lo interesante era la forma de venta de esas enciclopedias. Uno de los sistemas era pagar una comisión a



