Tengo que empezar diciendo que me siento muy identificado con la frase, «lo que no son cuentas, son cuentos». Es decir, que cuando se trata de temas profesionales o empresariales, tratar de edulcorar o adornar una situación a base de historias, me parece una sutil forma de manipulación. Supongo que por eso estudié Química y no Literatura. Así que, toda esa repentina obsesión por el «Storytelling», creo que trata de