¿Retener o Detener el Talento?

Hoy he recibido el mensaje de un conocido autor español de libros de de temas empresariales. Haciendo referencia al Proyecto Marca Propia, me expresaba sus dudas sobre la aceptación por parte de los directivos de las grandes empresas. Opina que no parece que exista demasiado entusiasmo por fomentar entre los profesionales de esas empresas, algo diferente a «hacer lo que se manda».

Desgraciadamente, esa opinión no es la primera ni la única que me he encontrado desde el día en que empecé a trabajar en este proyecto.

A veces da la sensación de que existe el temor a liberar el potencial de los profesionales. Parece que es preferible mantener un rendimiento del 40% siempre y cuando se mantenga el orden establecido. Lo que ocurre al actuar así es equivalente a poner un limitador de velocidad a 50 km/hr a un coche de alta cilindrada para que no se salga en una curva.


Muchas veces me dan a entender que si los profesionales llegasen a ser conscientes de su valía podrían abandonar la empresa e irse a otra que les ofrezca mejores condiciones. ¿A eso se llama Retener el talento? Eso más bien es Detener el talento. En todos los sentidos. Poner limitaciones, castigar los errores producidos al intentar algo nuevo, descartar de antemano cualquier tipo de sugerencia novedosa, no premiar a quienes tienen más iniciativa, todo eso se llama Detener el talento.

Si queremos seguir siendo competitivos, dando un servicio excelente y distinguirnos de la competencia debemos eliminar esos limitadores de velocidad. Hay que fomentar el pensamiento emprendedor, el de empresario interno. Posiblemente tambien carguemos con muchos años de educación paternalista y limitadora, por eso, hay que reeducar a los profesionales enseñandoles a crear su propio estilo de trabajo, su propia forma de relacionarse, su propia marca.


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