Egoísmo, individualismo y Marca Personal

En el número 55 de abril 2005 de la revista Capital hay un nuevo comentario sobre el Proyecto Marca Propia. El periodista Miguel Villar escribe un artículo titulado Técnicas de RRHH: ¿Un cuento chino? (páginas 94-97) en el que hace una crítica de las nuevas tendencias de RRHH. En el artículo habla del «Personal Branding» y de Andrés Pérez como el introductor de este concepto en España.

El artículo es correcto y cumple con su labor de informar. Solo le pondría una pequeña objeción y es que considera el concepto como individualista, egoísta y que fomenta la competitividad. Ese error no es achacable al autor del artículo ya que en muchas ocasiones me ha sido planteado de una manera u otra. Cuando una idea nueva no se entiende bien, el problema es únicamente achacable a su creador o transmisor, en este caso yo. Por lo tanto, tomo nota y me aplicaré a la hora de dejarlo más claro en el futuro.

Hay una explicación sencilla al origen de esta confusión. Es cierto que la combinación de los términos Marca y Propia (o personal) trae a la mente dos conceptos aparentemente egoístas y materialistas. El poder de las palabras es inmenso y todos tenemos fijados muy profundamente el significado implícito de muchas de ellas. El caso es que el marketing y especialmente la marca son considerados como manipuladores y mercantilistas sin otra finalidad que el sacar el dinero al prójimo. En cuanto a las palabras personal o propia, ¿se puede decir que hay algo que suene más individualista o egocéntrico?

Reconozco que la combinación es explosiva y la conjunción de los dos términos da una imagen muy potente del concepto pero puede generar este tipo de confusiones.


Sin embargo, el «Personal Branding» es eso pero también es mucho más. La marca personal parte de dos ideas fundamentales, el conocimiento de uno mismo y el establecimiento de relaciones satisfactorias con los demás que son los que realmente hacen la marca. Y eso por una razón muy fácil de entender y es que una marca personal fuerte no puede existir por si sola, aislada. Solo puede desarrollarse y fortalecerse mediante la satisfacción de las necesidades (materiales o espirituales) del prójimo. La grandeza del concepto de marca propia es que es aplicable en la vida personal y profesional ya que el prójimo es cualquiera que tenga relación con nosotros, parientes, compañeros, jefes, amigos,… Por lo tanto, una persona que trate de establecer una marca egoísta no tiene ninguna posibilidad de perdurar. Uno de los fundamentos de la marca personal es la existencia de unos valores sólidos y positivos.

Detrás de este concepto hay muchas herramientas de gestión pero tambien utiliza ideas surgidas en la humanidad durante siglos de sabiduría, toma elementos de los filósofos que nos enseñaron la necesidad del descubrimiento de uno mismo, hunde sus raíces en el cristianismo (ama al prójimo como a ti mismo) pero también en otras corrientes filosóficas y espirituales milenarias.
Porque a pesar de lo que traten de decirnos los «expertos en personas y RRHH», en cuestiones humanas ya está todo inventado. Todo está en los libros y en la sabiduría popular. Eso no significa que el ritmo de vida actual muchas veces nos haga olvidarnos de los principios básicos de la vida.

Dicen los científicos que cuando una teoría se vuelve muy compleja, tiene todas las papeletas de estar equivocada (hablaré de ello en un comentario dentro de unos días). Esto está ocurriendo con las técnicas de gestión de RRHH que día a día se hacen más enrevesadas y se crean farragosos procedimientos de gestión de personas cuando lo fundamental se dijo hace siglos, cuando no había sistemas de evaluación ni herramientas informáticas de valoración de competencias.

La marca personal es justo lo contrario de métodologías sofisticadas, es la búsqueda de lo auténtico, de lo simple, de lo humano y eso se traduce en «si quieres tener una vida plena, haz por los demás lo que quisieras para ti». En el fondo, ¿el éxito del marketing no reside en la satisfacción de las necesidades de los demás?

Piensa una cosa, si te murieses ahora ¿Podrías irte con la satisfacción de que has creado algo valioso? ¿Qué has hecho por los demás? ¿Has aprovechado toda tu capacidad? ¿Te vas dejando un mundo mejor?

El problema es que el capitalismo actual se parece cada día más al comunismo de los peores tiempos (aunque dudo que el comunismo haya tenido buenos tiempos). El nuevo capitalismo considera a las personas como simples herramientas de producción que estarán ahí hasta que una máquina o alguien más barato puedan realizar su trabajo. Las grandes empresas han sustituido el papel de muchos Estados. Los planes estratégicos son equivalentes a los planes quinquenales. Los resultados de todo esto son, la depresión, la tristeza, el descontento, la rabia y la creación de una sociedad gris y homogénea similar a la de la antigua URSS.

Creo en el capitalismo, pero en el que apuesta por las personas, en el que da oportunidades a quien se las busca, en el que premia al que arriesga, en el que estimula la creatividad y la iniciativa para conseguir una vida mejor para todos. ¿Es eso egoísta?
El gran pecado del nuevo capitalismo es que castiga y mira con sospecha al que trata de pensar por si mismo, de tomar sus propias decisiones, de escribir el guión de su vida. Los pocos que tratan de hacer eso son tratados de individualistas, egoístas, competitivos y trepas.

Pues bien, la marca personal busca el desarrollo personal y profesional. Salir del rebaño.
¿Se puede acusar a Pau Gasol de egoísta o individualista por tratar de ser el mejor? ¿Por tratar de lograr el éxito? ¿No es eso beneficioso para su equipo además de para sí mismo? ¿Se puede decir que tratar de ganar al equipo contrario es fomentar la competitividad? Venga ya…
¿No alcanzó la excelencia la Madre Teresa de Calcuta? Quizás su ambición fue la mayor de todas, la de agradar a Dios mediante la ayuda a los demás. ¿Es eso egoísta o ambicioso?

Estos son solo dos ejemplos muy diferentes de lo que significa el concepto de Marca Personal, pero de dos personas en las que se puede personificar la excelencia, la distinción, los valores.

Por lo tanto, creo que queda claro que una marca propia implica la búsqueda constante de la mejora personal mediante la satisfacción de las necesidades de los demás. ¿Quién puede estar tan ciego que diga que eso no supone una revolución en la empresa y en el entorno personal?

SE DIFERENTE, PIENSA POR TI MISMO, CREA TU MARCA Y HAZLO POR LOS DEMÁS.





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