La generación de la guerra (de las galaxias)

Como en tantas otras ocasiones, España llegó con retraso a la explosión demográfica que se produjo en Europa y EEUU tras la Segunda Guerra Mundial, el llamado «baby boom». En nuestro país, ese fenómeno no se produjo hasta los sesenta, como consecuencia inmediata del desarrollo económico de esos años.
Muchas, muchísimas personas nacimos en aquella década. Fuimos bien formados, tuvimos una alimentación adecuada y desde entonces no hemos dejado de vivir numerosos cambios, crisis y transformaciones a todos los niveles. Eso puede explicar el que tengamos tanta flexibilidad, capacidad de aguante y resistencia a la frustración, pero todo tiene un límite. El aspecto negativo es que el nivel de formación tan elevado, unido a la gran cantidad de personas que formamos esta generación ha producido una combinación explosiva ya que desde que entramos a formar parte del mercado de trabajo nos hemos encontrado con altos niveles de paro, crisis económicas encadenadas y una clase directiva anclada en los años 50.
La generación anterior a la nuestra no cede el paso y dirige con mentalidad de «ordeno y mando» y «tu haz lo que te dicen y no pienses» y mientras tanto nos vamos haciendo mayores y esa educación tan estupenda no nos sirve de nada. Es el síndrome del Principe Carlos/Felipe que ya he comentado alguna vez, podremos asumir responsabilidades, pero nunca llegaremos a reinar.

A partir de aqui podeis absteneros los mayores de 45, posiblemente no entendereis nada.


Sin embargo, creo que todos los «baby boomers» españoles hemos pasado por una experiencia, en principio sin trascendencia pero que nos ha dejado una marca indeleble. En el año 76 esa enorme masa generacional pasó por taquilla a ver «La guerra de las galaxias». Salvo unos pocos, todos quedamos impactados por esa película. Si nuestros padres eran la generación de la Guerra Civil, nosotros lo somos de la Guerra de las Galaxias. Y cada día estoy más convencido de que George Lucas dejó plantada una semilla de rebelión en nuestras cabezas y en nuestros corazones. Desde entonces todos los que vivimos aquello, soñamos con acabar con el Imperio. Cada uno tiene su Darth Vader particular y desde su cubículo sueña con acabar con él. Es cierto que muchos de los nuestros se han pasado al lado oscuro pero para darse cuenta tarde o temprano de que «el emperador no es tan magnanimo como yo».
Ya es hora de ir pensando en abandonar la granja de tu tío en Tatooine y tomar una decisión antes de que acabes muerto de asco. ¿Has pensado en unirte a los rebeldes o piensas seguir tragando polvo?
Hay muchas Estrellas de la Muerte y el Imperio se hace cada día más fuerte.
Como dijo Yoda. Hazlo o no lo hagas pero intentarlo no sirve.
Me da igual que seas Skywalker, Chewbacca, Han Solo o el mismisimo C3PO, pero haz algo ya o acabarás convertido en humo como los habitantes de Alderaan.
Ponte en marcha ya, coge tu sable de luz y que la Fuerza te acompañe.





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