Somos personas-producto

Lo que voy a decir ya se que puede sonar políticamente incorrecto pero creo que hay que reivindicar firmemente la definición de hombre (o mujer) objeto.

Las personas tenemos un aspecto interior que nos hace ser diferentes unos de otros y enriquecer a la sociedad con nuestras aportaciones únicas. Nuestras experiencias y aprendizajes nos han permitido desarrollar un ADN mental, espiritual o íntimo que nos convierte en seres singulares. Pero eso no tendría ningún sentido si no estuviesemos conectados con otros seres como nosotros.
Los seres humanos somos entidades con deseos y características únicas pero tambien somos entes que aportamos valor. Satisfacemos las necesidades de otras personas.
No podemos separar ambos aspectos. Somos personas, seres humanos, pero tambien somos productos, empresas, seres que resolvemos problemas y satisfacemos las necesidades de otros.

¿Es eso materialismo? Creo que no. Un padre es una entidad rica por si misma, pero tambien es alguien que satisface las necesidades materiales y tambien espirituales de su familia. O debería hacerlo. Por eso precisamente, es imprescindible entender y aceptar que todos tenemos un componente individual y otro de satisfactores de las necesidades de otros.
Desgraciadamente, en nuestra sociedad solo se nos valora por el componente «material». Por lo que podemos hacer. Las empresas llevan tiempo intentando desgarrar al objeto del ser humano, quedandose solamente con el primero.

Es necesario hacer algo. Y la solución no parece complicada.


Las personas debemos redescubrir nuestro lado humano y hacer una revisión interior de cada uno de nosotros. Puede parecer una obviedad, pero ¿Cuantos de nosotros nos hemos sentado tranquilamente en los últimos meses a reflexionar sobre lo que somos, lo que hemos vivido, nuestros valores, lo que valemos y lo que deseamos? Asi nos va.

Por otra parte, no es suficiente con hacer ese análisis. Luego hay que poner en marcha ese descubrimiento y darlo a conocer a los demás. Dar a conocer tu marca. A partir de ahí, todo empezará a tener sentido.

Ya se que para las empresas es estupendo reducir al hombre a la calidad de objeto pero eso está provocando una crisis que estallará cualquier día. Es la hora de hacer entender que las personas somos mucho más que una descripción de un puesto y que la aportación que podemos hacer todos y cada uno de nosotros será enriquecedora para la empresa y para los profesionales.


Compartir esta publicacion