RRHH y III (de momento)

Ya lo dejo. En esta corta serie de comentarios sobre la revolución pendiente de la función de RRHH quiero finalizar con algunas paradojas.

Los «expertos en RRHH» nos hablan de la gestión del cambio, de la necesidad de adaptarse a las situaciones cambiantes en las empresas (lease despidos) y hasta leen libros profundos sobre el tema como ese que a algunos visionarios les dió por repartir durante una época. Si uno que por lo que me han contado, habla de quesos, ratones y unos estúpidos seres humanos enanos que no se que pintan en esa historia. Y se quedan tan anchos.

Los «expertos en RRHH» ven a las personas como un problema, como un inconveniente, como una ecuación que hay que «despejar». No piensan en las personas como la única fuente de riqueza de las empresas y los paises.

Los «expertos en RRHH» piden que todo el mundo haga evaluaciones y «fizbacs» para saber quien vale y quien no con el fin de tener claro quién va a formar parte de la próxima situación cambiante. Pero que yo sepa, pocas veces se aplican ellos el cuento. Supongo que porque ya tienen una idea de por donde irían los resultados.


Los «expertos de RRHH» son el Toys’r’us particular de los altos directivos. Son quienes les proporcionan esos «juguetes» tan divertidos que les hacen pasar tan buenos ratos y encima cobrando. Les llevan a sitios exóticos a hacer ejercicios de «timbildin», les llevan un señor llamado «coach» que les hace muchas preguntas para que ellos hablen de lo que más les gusta, de ellos mismos. ¿Como se llama lo que hacen? ¿Coachingnadas?, les dan herramientas muy útiles y modernas para clasificar a sus «subditos» y así saber su uno es de perfil agresivo-dominante o el otro es un ejecutivo MJLK.

En definitiva, si estos señores no existiesen, tendríamos que inventarlos.

Y mañana hablaremos de cine si el tiempo no lo impide.





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