Vientos de cambio

En las últimas semanas he vivido un montón de experiencias relacionadas con mi concepto de Marca Propia. La mayor parte de ellas han sido muy positivas y tremendamente reconfortantes. Casi todas estas han estado relacionadas con el trato con la gente, las relaciones personales, la expresión de la cara y los comentarios de los asistentes a los cursos que he ido impartiendo.

Sin embargo, también he vivido, o más bien sufrido la molestia de pequeños sucesos que han ido rebajando el nivel de esa satisfacción de la que hablaba. Posiblemente son acontecimientos sin importancia pero son los que hacen cambiar la forma de hacer las cosas.

Recuerdo que hace ya muchos años, yo creo que debía tener menos de diez, mi familia y yo, fuimos a pasar unas vacaciones a Lanjarón (Granada). Fueron unos días maravillosos de esos que siempre se recuerdan aunque pasen muchos años. Sin embargo, no se me olvidará jamás que las camas del hotel tenían algo de carcoma y por la noche hacían un ruido casi imperceptible pero que convertían el acto de dormir en algo casi imposible. Pues esa sensación es la que tengo en este momento.
Creo que estoy creando algo importante e interesante, pero cada día la carcoma aparece con mayor frecuencia y te hace replanteártelo todo.


Son esas cosas que nadie te cuenta en las Escuelas de Negocios o en las Facultades de Empresariales. Son esas chinas en el zapato que te hacen el camino muy incómodo tras haber recorrido ya muchos kilómetros.

Seguiré dándole vueltas, pero creo que en los próximos días tomaré una decisión en cuanto a mi modelo de negocio y eso tendrá un reflejo importante en mi blog y en mi web que forman parte de la imagen visible de mi proyecto.


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