Lance Armstrong: Marca Propia

Es vergonzoso, pero David, Javier y William Arruda han tenido que sacarme los colores. He tardado varios días en ser consciente de un fenómeno que afecta directamente a la Marca Personal.

La marca Lance Armstrong ha sido elegida como una de las de mayor impacto del año 2005.

Vale, soy poco aficionado a los deportes, pero precisamente por eso tengo que admitir que la marca L. Armstrong ha sido una excelente elección. Me explico.

Una Marca Personal fuerte, transciende lo puramente competencial (joder, lo de la charla de ayer me ha impactado más de lo que pensaba). Lo que quiero decir es que una marca fuerte debe ser algo más que un conjunto de características funcionales. Y Lance Armstrong lo es.


Normalmente me resisto a considerar a los deportistas como Marcas Personales, más bien son Hombres Anuncio. Son hábiles en su deporte, utilizan bien los medios y se dan visibilidad pero salvo honrosas excepciones («Magic» Johnson), no son referentes ni representantes de valores de ningún tipo.

Por ejemplo, la frase «Quiero SER como Beckham» no es correcta, más bien debería ser quiero jugar, ganar la pasta y ligar como Beckham. Esa es la diferencia entre una Marca Personal sólida y un soporte publicitario humano.

Aunque creo que nunca se debe poner la mano en el fuego por un personaje mediático. Se puede decir que Lance Armstrong reune algunos requisitos importantes para una Marca Personal:

Persistencia: Durante mucho tiempo ha luchado contra la enfermedad y como deportista para lograr su objetivo.
Valores Positivos: Optimismo y visión esperanzada de la vida. Asociación con proyectos humanitarios.
Especialización y Visibilidad: Esta claro





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