Notas para una revolución: ¿Puré o Red?

Actualmente ¿En que se parecen muchos profesionales «empleados» en las empresas al puré de patatas?

En que son baratos, son un complemento, forman una masa, nadie los echa en falta si son sustituidos y hay muchos otros que pueden cumplir su función.

Esto que puede parecer una broma es una buena metáfora de lo que está ocurriendo en nuestra sociedad.
Hemos llegado a un punto en el que las personas hemos perdido valor para las empresas, gobiernos e instituciones. Somos un incordio necesario. Se da la circunstancia de que somos muchos, hay un exceso de oferta y por lo tanto nuestro valor es escaso, muy escaso.

Por otra parte, cada día, la tecnología va ocupando nuevas áreas que hasta ahora había sido exclusiva de los «seres blandos».

Fenómenos como el de los mileuristas (profesionales jóvenes y bien preparados cuyo salario no sobrepasa los 1.000 Euros), no es algo anecdótico sino que se ha convertido en una categoría social.

Los macrobotellones y las protestas estudiantiles son una reacción a lo que está ocurriendo. Los jóvenes disponen de los medios tecnológicos suficientes como para organizarse, movilizarse y hacer ruido. Sin embargo, no están haciendo un uso correcto de ellos. Los están infrautilizando. Poseen las herramientas para cambiar las cosas, pero no están haciendo un uso correcto de ellas hasta ahora.

Entonces ¿que podemos hacer?
Si se nos está tratando igual que a «commodities», como a productos sin marca, como simple puré de patatas lo primero que hay que hacer es DIFERENCIARSE. Hay que empezar a actuar a nivel individual de la misma forma que las grandes empresas, creando nuestra Marca Personal. Frente a la homogeneización tenemos el derecho y la obligación de descubrir y dar a conocer aquello que nos hace únicos y valiosos.
Debemos pasar de La Rebelión de las Masas, a La Rebelión de las Marcas (Personales). Y se puede conseguir. No es filosofía, no es algo etéreo, es algo que se puede lograr.
Las corporaciones e instituciones lo están haciendo desde hace décadas ¿No es la hora de aplicárnoslo nosotros mismos en nuestro beneficio?


Descubrir nuestra Marca Personal no supone devaluar al ser humano, convertirlo en un objeto, sino todo lo contrario, conseguir que cada persona sea valorada como se merece.

En segundo lugar, cada uno debe asumir su propia responsabilidad. Las Marcas Personales fuertes son aquellas que tienen sus propios criterios, que saben lo que quieren, que tienen clara su escala de valores, que piensan por si mismas y sobre todo, que ponen manos a la obra.
La responsabilidad es la premisa principal para crear una Marca Personal. Es la base de la libertad individual. Cuando te pasas la vida haciendo lo que otros dicen, vas cediendo parcelas de responsabilidad, vas regalando tu libertad.

Por lo tanto una Marca Personal fuerte no se dejará llevar por empresas, instituciones o gobiernos pero tampoco por multitudes sin criterio ni valores definidos.

Esto no significa que un individuo con una Marca Personal fuerte esté solo sino que se comporta como el nodo de una red en la que cada uno aporta aquello que le hace diferente. De esta manera se consiguen sinergias y que el total sea mucho más grande que la suma de cada uno de los integrantes.

Llegados a este punto, ¿de que quieres formar parte? ¿De un puré de patatas o de una red?

Tú decides.


Compartir esta publicacion