De donde venimos, a donde vamos, ¿Me hago mayor?

Evidentemente la pregunta del título es retórica. Claro que me hago mayor. Pero me refiero a otra cosa.

Desde que empecé con este proyecto he ido dándome cuenta de que empiezo a creer firmemente en muchas de las cosas que oía de pequeño y a las que apenas hacía caso, incluso ridiculizaba.

  • La importancia de la persistencia, de la voluntad, del esfuerzo.
  • La necesidad de tener un objetivo claro porque si no sabes a donde vas, nadie te va a poder echar una mano.
  • La obligatoriedad de tener una escala de valores sólida (que no inamovible).
  • La repercusión de la creencia en uno mismo.
  • La trascendencia de tener una misión en la vida.
  • El significado de las relaciones personales.
  • El ineludible necesidad de dar una imagen digna.

No hace mucho que todas estas cosas me sonaban a sermones de padres, a rollos de curas y a cantinelas de hace cincuenta años.

Hoy estoy convencido de que el equivocado era yo. Creo que las Marcas Personales fuertes, las personas que han logrado lo que querían reunen muchas de esas características o todas ellas. En los cursos que imparto me doy cuenta con mucho dolor que la mayor parte de la gente no sabe lo que quiere ni cuales son los principios que guían su vida. Y cuando no tienes claro quien eres ni lo que quieres, estás a merced de cualquiera que si lo sepa.


Quizás sea más agradable pasarse una tarde tirado en el sofá, viendo un partido de futbol en la flamante pantalla de plasma de 42′ para la que has pedido un préstamo, pero ese no es el camino.

Perdonad el sermón, pero la mayor dificultad que me estoy encontrando es esta. La mayoría de la gente piensa que se puede lograr lo que se desea simplemente leyendo un libro de autoayuda. Lo que hay detrás de la gente que consigue lo que quiere, aunque simplemente sea vivir tranquilo, es mucho esfuerzo, paciencia y perseverancia.

Amén.





Compartir esta publicacion