Imágenes Veraniegas (final): No esperes al turrón

Hace unos días pasé por Jijona, la cuna del turrón y recordé mis negociaciones de Turrón de Marca Blanca para la cadena de supermercados para la que trabajaba.
Parece que cada año se empiezan a publicitar y comercializar antes los productos navideños pero para poder tenerlos preparados a tiempo, hay que empezar a trabajar antes, mucho antes.

Si no recuerdo mal, la negociación del turrón la comenzábamos en pleno verano, nos dedicábamos a visitar y negociar con todas las fábricas importantes. Decidíamos la cantidad y tipo de almendra, el origen de la miel, el formato del envase o la capacidad de producción. Pero lo más importante de todo era que estábamos preparados para La Navidad cuando la mayoría de la gente todavía estaba pensando en la playa.

Eso ocurría con todos los productos de campaña, es decir, aquellos que dependen de una cosecha o de época del año. Por su producción (como el arroz o los productos vegetales) o por consumo (juguetes o turrón).


Cuando se trata de Marcas Personales, debemos tener esa misma mentalidad previsora. Una marca, comercial o personal, necesita tiempo para consolidarse, para ser conocida y reconocida. No puede crearse de un día para otro. El dinero no puede sustituir el trabajo diario y la persistencia.

A veces me escriben personas que están en un proceso de reestructuración en su empresa o acaban de ser despedidas. Desgraciadamente, ese es el peor momento para empezar a desarrollar una Marca Personal.

El Personal Branding es un proceso continuo, no se acaba nunca y debe empezar inmediatamente. Por eso os recomiendo que os pongáis manos a la obra, que realicéis vuestras propias auditorías personales y empecéis a negociar con vosotros mismos.

Esperar a que den las campanadas no es una buena estrategia.





Compartir esta publicacion