Branson, Tarta de Fresa y Errores Lógicos

Por culpa de mi hija, llevo unos días aguantando uno de esos bódrios de dibujos animados que se han puesto tan de moda. Por cierto, no se porqué a los niños les gusta ver las mismas películas una y otra vez. Además a los personajes les ponen unas voces tan agudas que parece que en cualquier momento van a empezar a estallar copas de cristal. Otra duda ¿Porque les ponen esos cabezones tan desproporcionados?

Se trata de productos hechos en serie por ordenador y que venden en jugueterías y quioscos. Independientemente de su pésima calidad hay algo más preocupante, el mensaje que transmiten. Dicen que la Generación Y no se esfuerza y bla, bla, bla. y que la próxima será aún más pasiva. Eso ya lo veremos. Pero los mensajes que difunden estas basuras de colorines están fomentando esa actitud.

Al menos Heidi, Marco y la familia Ingalls se lo curraban y lo pasaban mal, bueno muy mal. Incluso Disney tiene sus personajes oscuros.

La idea básica y explícita es (ponedle voz chillona a un pony, oso o unicornio rosa o a una muñeca realmente diabólica): «Si tienes un sueño y lo deseas con fuerza suficiente lo podrás conseguir». Creo que esa frase es textual y se repite con frecuencia. Me parece realmente grave que se establezcan esas conexiones neuronales permanentes en la mente de los críos.

Quizás viene de un error lógico. Yo no he estudiado estructuras lógicas pero me parece que en algún momento alguien debió razonar de esta manera.

Si no tienes objetivos, nunca los podrás conseguir
por lo tanto (¿ergo?)
Si tienes objetivos siempre los podrás conseguir

¡¡¡Y UNA PUTA MIERDA!!!

Desgraciadamente, no son solo los de cinco años los que creen esas patrañas.
Llevamos años escuchando y leyendo historias en las que te dicen que si lo deseas con fuerza, el universo conspirará para que lo consigas o algo parecido. El problema es que mucha gente se lo cree (o les gusta creerlo). Y no lo dice un dibujo animado rosa y con voz de flauta, lo dicen autores que ganan mucha pasta con ese mensaje.


Puede que si no quieres mover un dedo ese mensaje te tranquilice. Pero si eres emprendedor o empresario o quieres cambiar las cosas o construir tu Marca Personal ese mensaje es letal.

Pero también tenemos el mensaje opuesto, el de los poseedores de la fórmula del éxito. Hace unos días leía un libro autobiográfico de Richard Branson. Este es un tipo que me cae bien (ahora un poco menos) pero se dedica a pontificar dando reglas para triunfar en los negocios. El problema es que no hay reglas. Afortunadamente. Sería un coñazo vivir en un mundo determinista.

Lo que escriben estos empresarios de éxito suele ser una visión muy parcial y sesgada (por lo tanto falsa y poco útil) de los acontecimientos. Un ejemplo. En el libro dice practicamente que Mike Oldfield es lo que es gracias a él. Oldfield es ese músico que se gana la vida como Ridley Scott, sacando todos los años una versión casi idéntica de su obra emblemática.

Unos días después leí una entrevista a Oldfield en el que no le deja demasiado bien.

Branson y tantos otros tuvieron éxito porque estuvieron en el momento y el lugar apropiado, porque trabajaron duro y porque las decisiones correctas pesaron más que las equivocadas. Pero un cambio mínimo en alguno de los eslabones de la cadena podría haberlos dejado en la cuneta como tantos otros de los que desconocemos sus historias.

Por lo tanto, creo que debemos aprender de lo que han hecho otros pero sin seguir al milímetro sus acciones y sobre todo debemos actuar y equivocarnos. Francamente me fío más de una llamada de teléfono o una noche de trabajo salvaje que de que un pony rosa se ponga a conspirar para que todo me salga como quiero.

No podemos conseguir lo que queramos solo con desearlo. Desconfía de quién te lo prometa o al menos haz que te lo garantice por escrito. Sin embargo, podemos aumentar las probabilidades de éxito si sabemos gestionar los elementos y elaborar una estrategia inteligente de Posicionamiento y Marca Personal.





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