Tácticas, Estrategias y Marca Personal
Como lector empedernido de temas de gestión, una de las cosas más deprimentes que me estoy encontrando ultimamente en este tipo de ¿literatura? es la falta de ideas nuevas. Esto ocurre incluso con autores «de reconocido prestigio».
Un ejemplo. En un ataque de gasto irracional, se me ocurrió comprar los dos libros nuevos(¿?) de Jack Trout y Raúl Peralba (Diferenciarse o Morir y En Busca de lo Obvio). ¡La madre que los parió!¡Vaya tomadura de pelo! Casi 40 Euros tirados a la basura (con lo que cuestan de ganar…).
Ambos libros son una recopilación de ejemplos de hace casi 30 años. De autobombo, de recomendación de sus propios libros anteriores. Pero sobre todo, cada uno de ellos es una repetición de dos o tres viejas-rancias ideas capítulo tras capítulo.
Pero no se vayan todavía, aún hay más. Los ejemplos, las gracietas e incluso diría que párrafos enteros idénticos están en ambos libros. Había autocitas en las autocitas. En algunos momentos tuve que mirar las tapas por si me había confundido y estaba volviendo a leer el mismo libro.
Digo esto porque aunque este es un caso especialmente grave, parece que en los temas de gestión simplemente se está reflejando lo que ocurre en La Red.
- Las mismas ideas se repiten, se clonan, se cortipegan en un bucle infinito.
- Los decálogos, las listas de reglas, las recomendaciones sueltas se han convertido en el estilo e-literario preferido por los dospuntocerolenses.
¿Cuantas veces vamos a tener que leer las diez…, las 5 claves…, los 34 secretos de…? Bueno, supongo que si funciona con AA, puede valer para otro tipo de adicciones.
Pero no solo es eso, además muchas de esas «recetas» se centran en un número muy limitado de temas más o menos de moda (Twitter, blogs, 2.0, buscar empleo, crisis,…). Y en muchos casos son traducciones directas de los «gurús» norteamericanos. Ya se que los Seth Godin y Guy Kawasaki etc. son muy ingeniosos y brillantes, pero tío/a despierta y asómate a la ventana, ¿Ves el Golden Gate o la sede de Apple desde tu casa o desde tu trabajo?
¿Son válidos esos «trucos»? Pues si y no. Y ahí está el problema. La cuestión es que se está centrando todo en la táctica sin haber definido antes una estrategia.
- La cuestión no es encontrar trucos para conseguir Followers en Twitter o lectores en tu blog, sino decir realmente algo que merezca la pena aunque le interese a tres. O todavía más importante, entender por que narices estás o debes estar en twitter o en La Red.
- Lo importante no es conocer cómo debes ir vestido a una entrevista de trabajo, sino entender porqué debes hacerla y como encaja eso en tu plan de vida.
- Lo divertido no es conocer las reglas para tener muchos «amigos» o contactos en Likedin, XING o Facebook sino tener claro como escoger a quienes piensan como tú y pueden echarte una mano (o tu a ellos) cuando realmente se necesite. Aunque se puedan contar con los dedos de media mano.
- La clave para un Agente Libre o un emprendedor no es conocer la receta para ser muy conocido, popular, querido o estar bien posicionado en Google sino tener claro cual va a ser el nicho de mercado que te va permitir sobrevivir. Lo demás es «ruido».
- Lo fundamental no es levantarte una mañana y decidir «que quieres» tener una Marca Personal, sino tener claro quién eres, que huella quieres dejar en el mundo y como vas a proporcionar algo a los demás que realmente merezca la pena.
La Marca Personal es solo un resultado, una consecuencia de un plan, un proyecto de vida y no un logo o una forma de hacerte famoso/a.
Si te dedicas a coleccionar trucos, recetas, decálogos y frases ingeniosas tendrás un disco duro repleto de tácticas, ideas sueltas, pero no te servirán de nada si todo eso no encaja en un Plan Maestro.
La Marca Personal es ante todo Personal y luego Marca. Lo importante es tener claro hacia donde vas, que quieres, que puedes aportar y con eso definirás tu estrategia, tu plan, tu proyecto. Lo demás son solo tácticas y estas tendrán éxito o no en función de lo que hayas definido de antemano.
NOTA: A diferencia de la tomadura de pelo de Trout y sus amiguetes, tengo que recomendar un libro excelente, sencillo y muy útil. Se trata de ¡Buena idea! de Mariona Masgrau, Susanna Cros y Àlex Forasté.