Autenticidad, Manipulación y Marca Personal

Es habitual que cada vez que se produce un crimen o la policía encuentra un piso de terroristas aparezca en la televisión algún vecino que comente aquello de: «Pues parecía una gente muy normal, no daban ningún problema».

En nuestra vida tenemos dos posibilidades. Por un lado podemos actuar por instinto, sin ningún tipo de freno y eso, antes o despues, suele acabar mal.
Por otro lado podemos actuar en función de una serie de hábitos adquiridos por influencia cultural, del entorno o por la simple repetición de rutinas.

Los hábitos se pueden adquirir hasta integrarse en nuestro «sistema operativo». Lo que en principio nos parece extraño, raro, ajeno o poco auténtico como cambiar las marchas del coche, teclear sin mirar o ponernos corbata, acaba formando parte de nosotros. Se convierte en algo natural.

Muchas de las cosas que hacemos empezaron siendo artificiales y nada auténticas (escribir un blog o madrugar) pero ahora sería raro si no lo hiciésemos. Por lo tanto ¿Qué es lo auténtico y que es lo artificial? ¿Porqué va a ser falso o manipulador establecer una forma de actuar que acabe convirtiéndose en natural?

El Branding Personal es una herramienta que nos permite gestionar las percepciones que los demás tienen de nosotros basadas en nuestro comportamiento. Eso implica que para conseguir posicionarnos como deseamos debemos conectar lo que somos con lo que otros necesitan o aprecian.

Si nos pasamos la vida tratando de contentar a los demás de un modo artificial a lo que somos, acabaremos pagando un precio muy alto además de ser poco sostenible. Pero si actuamos en función de nuestros instintos primitivos el precio será mayor.

Sin embargo, si ajustamos algunos hábitos y comportamientos (puntualidad, limpieza, servicio, cercanía,…) a lo que desean los demás sin comprometer nuestros valores podremos posicionarnos con más facilidad. ¿Es eso manipulación o simplemente educación y sentido común?

¿No te arreglas (o desarreglas) para quedar con los colegas/clientes?
¿No cambias tu forma de hablar cuando estás con tus hijos/clientes?
¿No te muerdes la lengua cuando tu jefe/cliente no hace más que decir estupideces?
¿Significa que en cualquiera de esos casos eres un manipulador y no eres auténtico por adaptarte a las circunstancias?

Ser auténtico no es ser un capullo y decir: «Es que yo soy así». Ser auténtico implica ser coherente con tu forma de pensar y actuar en consecuencia. Pero para dejar tu Marca Personal debes gestionar ese comportamiento de la forma más eficaz posible para tus intereses sin traicionar tus principios.

Así que, identifica lo que te hace auténtico, establece hábitos positivos para tu posicionamiento y lánzate.





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