¿Es la hora de los ingenieros?

Dicen que fue en los años sesenta cuando empezó todo, o al menos cuando se convirtió en una herramienta/metodología fundamental.
Dicen que fueron los grandes proyectos aeronáuticos, el 747, o astronáuticos, llevar al hombre al espacio, los que le dieron el impulso definitivo.
Yo lo descubrí en mi etapa como «Project Controller» en Lucent Technologies y me enamoré de ella.

Me refiero a La Gestión de Proyectos.

Nació por una razón muy sencilla, la necesidad de poner orden y planificar en situaciones complejas, casi caóticas. Era imprescindible en proyectos en los que había que coordinar recursos, personas, tiempos, etc. para alcanzar un objetivo concreto en un plazo determinado.

Desde entonces se aplica a todo proyecto, normalmente de ingeniería o arquitectura, que pretenda tener unas mínimas garantías de éxito.
Tiene detrás toda una metodología, sistemas y protocolos. Puede que parezca muy cuadriculado pero deja mucho más espacio a la creatividad de lo que puede parecer.

Quizás soy demasiado lógico, frío o cabeza cuadrada, pero creo que es no solo aplicable sino también recomendable pensar en la utilización de la Gestión de Proyectos a las personas.
Quizás soy demasiado controlador y metodológico, pero me siento más cómodo diseñando un plan de acción y estableciendo puntos de control, que deseando con mucha fuerza que «el universo conspire para que pueda alcanzar mis objetivos»

Algunos se echaran las manos a la cabeza, pero ¿No se habla siempre de Proyecto de Vida? ¿De Proyecto Profesional?

En realidad, el Branding Personal o cualquier proyecto de posicionamiento de marca, personal o comercial no es más que eso, un proyecto en el que intervienen los mismos factores que en el proyecto Apollo o en la construcción de un puente.

¿Es posible aplicar esta metodología en la gestión de personas? Creo que si. Creo que ha llegado la hora de los ingenieros.

Ahora viene la parte de «hacer amigos».


Durante años, la dirección de R2H2 y todo lo que lo rodea, coaching, talento, liderazgo, competencias, etc., ha estado dominado por psicólogos. Parecía que todo estaba en la mente, en la cabeza. Daba la sensación de que para que uno consiguiese sus objetivos debería «conocerse a si mismo», «eliminar barreras mentales», etc. Pues bien, no digo que no sea necesario, pero es completamente insuficiente.

Si hubiésemos aplicado la psicología y otras metodologías adyacentes a cualquiera de los grandes proyectos, todavía estaríamos motivando a los equipos para que gestionasen adecuadamente sus creencias y motivaciones.
¿No hay nadie más a quién le resulte frío, inhumano e incluso potencialmente peligroso dedicarse a hurgar en el subconsciente para tratar de «reprogramar», «configurar» el Sistema Operativo Personal?

Dicen que para un martillo todo son clavos. Por eso entiendo que cada cual trate de arrimar el ascua a su sardina, pero si queremos ser prácticos, más vale que salgamos de la caja.

Creo que si alguien quiere alcanzar sus objetivos personales y profesionales debe empezar a pensar con mentalidad de gestión de proyectos. Eso implica que hay que tener en cuenta los recursos con los que cuentas, las personas afectadas o los procesos críticos. Lo que tienes entre las orejas es un recurso, pero no es el único y no siempre es el más importante.

No basta con sentirse muy a gusto consigo mismo y estar encantado de conocerse. Es fundamental relacionarse e interactuar con los «stakeholders» que van a influir en tu proyecto. No basta con hacerse preguntas o utilizar el método socrático. También hay que actuar y hacerlo de una determinada forma.

En realidad, a veces me da la sensación de que muchas de estas herramientas con origen psicologista son fundamentalmente onanistas, «ande yo caliente y riase la gente». Pero sentirse en rey del Mambo es inutil si no tienes nadie con quién bailarlo ni un sitio donde hacerlo.

¿Hay algo más caótico, complejo o imprevisible que la vida o la carrera profesional?
Quizás ha llegado la hora de los ingenieros.

A medida que voy desarrollando mi modelo, veo que la Marca Personal es un subproceso dentro de un proyecto personal y profesional mayor. Pero de eso ya hablaré otro día.





Compartir esta publicacion