Las empresas son personas pero, ¿Las personas somos empresas?

A pesar de todo lo que ha caido (y sigue cayendo), sigue habiendo directivos de multinacionales que siguen contando aquel viejo chiste de «lo más importante de mi empresa son las personas» o «Nuestro principal activo son las personas» y lo hacen sin descojonarse.

Creo que salvo escasas excepciones, las grandes empresas hace mucho que pasaron de su gente, de quienes realmente hacen el trabajo.
Cuando, hace años, dejaron de considerarnos como personas y nos convirtieron en recursos o números de empleado debimos sospechar la que se nos venía encima y ponernos las pilas.

Estamos a un paso de no ser, ni siquiera, recursos de producción. Eso lo van a empezar a hacer las máquinas o peor aún, otros seres humanos muy alejados de nosotros, pero mucho más baratos que nosotros e incluso que las propias máquinas.

Durante décadas o siglos nos han dicho que el trabajo es sagrado, que tener un empleo es lo mejor que te puede pasar, que una empresa va a cuidar de tí. Pero todo eso hace mucho que dejó de ser así.

Pero el trabajo es un castigo divino («te ganarás el pan con el sudor de tu frente»). Es algo que debes hacer para poder, primero sobrevivir y luego vivir. Las empresas y los empleos son solo fuentes de ingresos. Si nosotros somos recursos de producción para las compañías, nosotros debemos pensar en ellas como recursos de financiación.

Deja de pensar que la empresa va a cuidar de tí y empieza a cuidarte tu solito. Deja de pensar como un EMPLEADO (utilizado, usado) y empieza a verte a tí mismo como una empresa unipersonal.


Cuando esperas que otros asuman el papel de padre o madre, inmediatamente delegas la responsabilidad de tu vida y tu profesión en ellos.

El rol de los nuevos profesionales con Marca Personal es el de microempresas que aportan valor. Si eres capaz de ser percibido como alguien que es capaz de

INCREMENTAR (Ingresos, beneficios, eficiencia, visibilidad,…)
REDUCIR (Costes, quejas, tiempo, riesgos,…)
MEJORAR (Productividad, servicio, moral, habilidades,…)
CREAR (Estrategias, sistemas, productos, negocios,…)

entonces no tendrás límites.

Si consigues desarrollar una oferta profesional y una Marca Personal potente, tu valor en el mercado lo vas a definir tú y no un burócrata en una entrevista de trabajo. En ese momento dejarás de pedir un empleo y empezarás a ofrecer un producto.





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