Imágenes veraniegas: El talento y la Marca Personal

Estos días hemos descubierto a Paul, el pulpo adivino. Empezó siendo una broma, y espero que acabe como tal. Pero seguro que ya hay algunos «espabilaos» que están tratando de sacarle partido (valga la redundancia). No me extrañaría ver como el próximo año se incorporan programas de R2H2 que utilizan estas «técnicas» de selección de talento.

«Mira, vas a pasar por una batería de test de los de las fichas de dominó, vas a entrevistarte con varias personas del equipo, vas a resolver un caso y como prueba final y eliminatoria, vas a pasar por el juicio del pulpo. Solo tienes que meter tu CV en una urna y el CC (Consultor Cefalópodo) decidirá».

En realidad, esto no sería muy diferente de lo que se ha estado haciendo hasta ahora. Los especialistas en gestión de personas hace tiempo que se dieron cuenta de que cualquier cosa medianamente esotérica y que suene bien, se vende perfectamente.

Pero esto no es de extrañar, si sabemos que personas poderosas y muchos dirigentes mundiales consultan con pitonisas y adivinos, ¿Por qué los directivos no iban a hacer caso a personas que dicen que son capaces de predecir el comportamiento de una persona solo con un CV y una información inconsistente?

En realidad, todo el rollo del talento («no te digo na, y te lo digo to») es un invento típico de los 90 y de los tiempos de vacas gordas. Ha sido una bicoca para consultores. Ha sido otra burbuja más de los últimos años. Cuando hay dinero de sobra para gastar, pues se gasta en estas cosas. En realidad solo es otra forma de vivir por encima de nuestras posibilidades. Vivir del cuento. Vivir de algo bonito, atractivo que no podemos comprobar pero se supone que podemos utilizar. Vamos, como lo del pulpo.

Yo he visto, en empresas tecnológicas, como se pagaban salarios obscenos en los buenos tiempos de Internet a Telecos con talento. Pero es solo un ejemplo, eso  ha ocurrido en todos los sectores.

He llegado a escuchar conversaciones de este estilo:


«.- Y ese de ahí, el del despacho grande, ¿Qué hace?

.- No sabemos muy bien, se está tocando los huevos todo el día, pero es que un consultor ha dicho que tiene talento.

.- ¿Y esos pobres de ahí, los que no levantan la cabeza del papel?

.- Este otro grupo de gente está currando todo el día para sacar el trabajo adelante, pero es que los pobres no tiene talento»

Creo que la Marca Personal se debe basar en datos objetivos, debe demostrar claramente que eres capaz de hacer lo que dices que haces, debe hacer visible tu contribución. Tenemos muchas formas de hacerlo.

Lo que a mi me interesa es que me demuestres que eres bueno en lo que haces. Eso es lo que me hace confiar en tí. No me interesa tu energía potencial sino la forma en la que la conviertes en trabajo. El talento se puede tener o no, pero la Marca Personal se deja. Los que dicen que la marca es un intangible se equivocan, la marca no existe si no hay un resultado tangible.

Ya lo dice el cartel, si cantas, bailas, haces magia o tu perro habla, no dudes en inscribirte y… demuestra tu talento.





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