Competencias, estándares y estilo
Este verano, cuando empecé a escribir mi nuevo libro, sabía que no debía preocuparme por el contenido. Tenía mucha información y bastantes notas e ideas que había ido recopilando durante meses. El problema es que si lo incluía todo, saldría un tocho infumable. Y algo peor, aquello sería un recopilatorio de consejos sin personalidad. Pero creo que cualquier libro, incluso un ensayo de gestión, debe tener el estilo del autor, debe incorporar parte del caracter de quién lo escribe.
Cuando hablo con gente relacionada con mi «negociado» y digo que, en estos años, quizás debería haber sido más politicamente correcto con algunos temas, me dicen que entonces nada sería lo mismo. Me explican que, aunque hay gente a la que disgustan algunas de mis opiniones, precisamente es eso lo que refuerza mi posicionamiento. Ya sabemos que si una marca personal o comercial trata de ser todo para todos no será nada para nadie.
Digo esto porque el estilo, la personalidad, los atributos emocionales, son fundamentales para el Branding Personal. En algunos momentos puede ser el principal elemento diferenciador. Uno de los primeros libros que leí sobre el tema fue Sea su propia marca de David McNally y Karl D. Speak. En él, explicaban que, entre otras cosas, una Marca Personal tenía que distinguir entre Competencias, Estándares y Estilo.
Competencias. Decían los autores que un profesional era competente cuando estaba capacitado para desempeñar una función. Eso te lo proporcionan los títulos o cuando alguien certifica que has dedicado tiempo a estudiar y a prepararte para hacer algo. Es lo que aparece en el Curriculum.
Si lo aplicamos al mundo de La Red, no es dificil alcanzar cierto nivel de conocimientos porque casi todo está a un clic. Por esa razón, surgen montones de webs y blogs sobre todos los temas posibles que repiten hasta el aburrimiento los mismos conceptos. En este momento, ser competente no es dificil y por lo tanto tampoco es un elemento diferenciador.
Estándares. El siguiente nivel se consigue cuando además de ser competente, adquieres cierto grado de dominio. Ya no eres solo un profesional capacitado, ahora también eres más rápido, más preciso, más certero o más creativo. Eso se puede aplicar a un fontanero o a un médico, a un abogado o a una cajera del super. Si además de ser competente, tus estándares son elevados, tu valor en el mercado aumenta. Profesionales con título hay a montones. Buenos profesionales hay muchos menos.
Desde el punto de vista de La Red, es más dificil encontrar sitios en los que además de listas de recetas, claves y decálogos, existan análisis útiles e interesantes sobre la mayoría de los temas. Por eso, quienes pretenden posicionarse unicamente haciendo recopilaciones de consejos sobre un tema (normalmente cortipegados de otros), agotan enseguida la materia.
Estilo. Pero si las competencias y los estándares son elementos objetivos y se pueden medir, el estilo es mucho más dificil de evaluar. Podríamos decir que son las cualidades emocionales percibidas. Un profesional puede ser reconocido como el mejor en su campo, pero puede ser un hijoputa o un encanto de persona. Puede ser frío o cariñoso. Puede ser cercano o distante. No hay estilos buenos o malos, todos son válidos en su contexto. Es lo que posiblemente haga que alguien te de un ascenso o te incluya en el próximo ERE. Que te den ese contrato o que se lo den a la multinacional. Que acepten esa cita o que te den un bofetón.
Es este aspecto, el del estilo, el que me preocupaba en la última etapa de mi libro. Creo que he escrito un libro con mucho contenido (competencias) y creo que ha quedado bastante potable (estándares) pero me faltaba darle mi toque personal (estilo) y al final lo conseguí. En ese sentido creo que es más facil tener un estilo propio en un medio tan personal como el blog que en otros como Twitter o un libro.
Creo que no me equivoco si digo que los blogs que más éxito tienen no son los que dan información (competencias) o incluso los que lo hacen muy bien (estándares) sino los que, con el tiempo, han conseguido que se reconozca la personalidad (estilo) del autor. Es evidente que tras seis años escribiendo el blog, no he inventado nada nuevo en cada post. Más bien diría que he estado jugando con un par de docenas de ideas que he adornado con ingredientes subjetivos.
En realidad, las grandes marcas personales o comerciales lo son porque son reconocidas como diferentes por su estilo. Quienes no lo consigan, serán solo marcas blancas, competentes y con estándares más o menos elevados. Pero no enamorarán a nadie y quizás algo peor, no serán rechazadas por nadie porque pasarán desapercibidas.