La gestión de las expectativas

expectativa.
(Del lat. exspectātum, mirado, visto).
1. f. Esperanza de realizar o conseguir algo.
2. f. Posibilidad razonable de que algo suceda.

No tengo ningún problema en reconocer que esta semana ha sido excitante. Ver el libro en las tiendas me ha puesto un poco nervioso. He tardado un tiempo en entender la auténtica razón. Y como siempre, trataré de sacar algunas lecciones relacionadas con la Marca Personal.

Creo que hay un factor importante que influye en la percepción que tenemos de las cosas. Se trata de las expectativas, de la posibilidad de obtener lo que nos han prometido o sugerido.

Generar expectativas positivas es bueno para obtener notoriedad y visibilidad. Si conseguimos que mucha gente esté pendiente de lo que vamos a ofrecer y esté deseosa de conseguirlo, es posible que obtengamos una mayor demanda.

Eso ocurre mucho con los deportistas y entrenadores de futbol. Durante meses o años se va generando una imagen más grande que ellos mismos. Pero tarde o temprano hay que salir al campo, pista o terreno de juego y ganar partidos, carreras o campeonatos. Si todo va bien, la percepción de éxito aumenta paralelamente a las nuevas expectativas.

También podría ocurrir con los políticos. Pero hace tanto tiempo que nadie confía en lo que dicen, que sus promesas no producen ningún efecto. En todo caso mosquean más al personal. Eso si, sus expectativas son tan bajas que cualquier cosa que consigan se valora como un gran éxito. Pero eso no suele ocurrir.

Creo que dospuntocerolandia es un excelente campo de cultivo de expectativas. Gran parte de las cosas que suceden se basan en la posibilidad de obtener un rendimiento extraordinario con una inversión ordinaria. La absurda valoración Facebook o Twitter. La posibilidad de ganar dinero facil en Internet. La promesa de hacer excelentes negocios o conseguir el trabajo de tus sueños si le dedicas suficientes horas a las Redes Sociales. Todo eso está basado en la generación de expectativas alimentadas por los propios beneficiarios potenciales.

Me da la sensación de que si tanta gente se dedica a hacer crecer las expectativas en ellos mismos y en su trabajo es porque están convencidos de que nunca tendrán la opción de demostrar lo que hacen. Es muy facil hablar de uno mismo y de lo que puede ofrecer si en el fondo está seguro que nunca le van a poner a prueba.


Pero para que una marca, personal o comercial, consiga dejar una huella, debe demostrar su valor y ponerse a prueba. Cuando tienes que ponerte delante de un público a defender tu tesis, asesorar a un cliente o, en el caso de esta semana, poner un libro en los lineales, es cuando las expectativas pasan a ser realidades. Y pueden confirmarse o desinflarse arrastrando tu credibilidad.

Quienes estamos en dospuntocerolandia, nos hemos hecho con un grupo de amigos de verdad a los que no quieres defraudar. Pero creo que es muy sano que, precisamente aquellas personas que nos aprecian, sean las que nos digan lo que estamos haciendo mal. Es la única forma de mejorar.

Si has conseguido que mucha gente esté pendiente de lo que haces y, al final, lo que ofreces está muy por debajo de lo prometido vas a conseguir un ejercito de personas cabreadas y dispuestas a hablar mal de tí. Salvo que tu trayectoria sea coherente y tu último trabajo sea una (mala) excepción. En realidad esa es una utilidad del Branding Personal, conseguir crédito. Tener una buena reputación, es como tener dinero en el banco, si un día cometes un error o tienes un pago inesperado, siempre tienes alguna reserva.

Dospuntocerolandia es un entorno muy engañoso en el que lo bueno es que consigues encontrar e interactuar con gente que piensa como tú. Lo malo es que consigues encontrar e interactuar SOLO con gente que piensa como tú. Y eso elimina cualquier posibilidad de mejora o desarrollo. Creo que no hay peor cosa para el desarrollo de una idea que tener una legión de seguidores, admiradores o fans. Creo que es más saludable la figura del amigo «cabroncete» que te dice que estás defraudando sus expectativas.

Las Marcas Personales fuertes son aquellas que han conseguido superar las expectativas una y otra vez. Son aquellas de las que se dice: «Joder, que cabrón/a, cada día lo hace mejor», «Este tío/a es la leche, siempre consigue sorprenderme». Las Marcas Personales que duran poco son aquellas que prometen el cielo y te cobran por ello, pero en realidad te ofrecen lo mismo que podrías encontrar en el «chino» de la esquina.

Así que, mucho ojo con lo que prometes, con tu promoción, tu autobombo, tu estrategia de visibilidad porque algún día tendrás que despegarte de la pantalla y dar la cara. Entonces es posible que te besen… o te la partan.

Y dicho esto, espero que el libro supere vuestras expectativas.


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