Del Show Business al Business Show
Cada vez con más frecuencia veo que los eventos empresariales o las ponencias, conferencias o incluso seminarios sobre cuestiones más o menos técnicas se organizan como un espectáculo. Desde la promoción hasta la ejecución, todo debe ser entretenido, visual, divertido, chispeante. El ponente debe ser graciosísimo y motivador. Lo que se cuenta debe estar trufado con vídeos divertidísimos o hiperemotivos que normalmente están más vistos que el TBO. Todo debe ser más parecido a un monólogo de El Club de la Comedia. Especialmente si están relacionadas con el mundo dospuntocero.
Y el contenido,… ¿A quién le importa el contenido si te echas unas risas? Pues no estoy de acuerdo. A mi si me importa el contenido. Si me quiero motivar, me pongo una película de Bruce Willis en el DVD.
Estamos acostumbrados a ver que la gente del «Show Business» utiliza las Redes Sociales para darse a conocer y reforzar el posicionamiento de su Marca Personal (o mejor dicho, la de su personaje). Eso es normal porque el trabajo de Lady Gaga o de David Bisbal depende mucho de la visibilidad, es muy volatil, muy coyuntural y su barrera de entrada es tan baja que constantemente están amenazados por potenciales sustitutos.
Pero lo que no me parece tan lógico es que, como la red permite hacer visible nuestro trabajo, tengamos que dedicarnos al «Business Show», a pasarnos todo el día organizando un espectáculo con cada cosa que hagamos.
Supongo que una de las razones por las que ocurre es porque gran parte de la gente que vive en dospuntocerolandia se dedica precisamente a la visibilidad y a la notoriedad. Desde los especialistas en comunicación hasta diseñadores web les va la vida en esto. Pero ¿Un logístico, un responsable de producción, un experto en instalaciones hospitalarias o un propietario de una mercería tienen que estar dando el espectáculo todo el día en la red? Yo creo que no.
Viendo el tiempo que dedican algunos a todo lo dospuntocerolense se diría que viven para ello. Me imagino que si gestionasen una empresa dedicarían el 95% de su presupuesto a marketing, eventos y publicidad y el resto a todo lo demás.
Hay quienes confunden el Branding Personal con estar todo el día dando el coñazo en Twitter, Facebook y esas cosas. Pero se equivocan. Eso NO ES Branding Personal. Eso se parece más a cuando un crío encuentra un cacharro para hacer ruido y se pasa el día molestando. Llama la atención, si. Posiciona su Marca Personal, también. Pero como la de un pesado insoportable que hay que evitar o darle un bofetón sugerirle educadamente que lo deje.
Me da la sensación de que hay gente que desearía convertir su vida en un «Trendingtopic». Pero eso es ridículo. Creo cualquiera que lleve un tiempo en La Red ha tenido alguna vez esa sensación de ser el centro del mundo. Un post con muchas visitas (¿Cuantas visitas son muchas?), un Twitt chispeante muy Retwitteado, una conferencia en la que ves que la gente ha disfrutado y aprendido,… Pero eso suele desaparecer pronto, «como lágrimas en la lluvia» y los efectos son mucho menores de lo que pudiera parecer.
Cada día estoy más convencido de que quienes triunfan profesionalmente son aquellos que hacen bien su trabajo, escogen un nicho y lo dan a conocer a ese grupo. Llegar a muchísima gente que ni te conoce ni te conocerá jamás puede tener algún efecto sobre tu EGOSISTEMA (escuchado a Isra García) pero poco efecto sobre tus ingresos.
Cada día que pasa pienso con más fuerza que una Marca Personal se construye hablando menos de tu trabajo para dejar que sea tu trabajo el que hable de tí.