Galápagos indignados

Tengo dos galápagos. Es la consecuencia de tener una hija caprichosa y unos abuelos consentidores. Evidentemente el que se encarga de cuidarlos soy yo. El caso es que, con el tiempo, les he ido cogiendo cariño. Me he acostumbrado a darles de comer, a cambiarles el agua y a sacarles al sol porque sé que les encanta. A veces me da la sensación de que la mirada del más grande es de agradecimiento. Mis galápagos dependen de mí, no tienen otra opción, y mi obligación es hacer lo posible para que estén a gusto.

Pero las personas no somos galápagos. Normalmente tenemos opciones… salvo que dejemos que otros se encarguen de cuidarnos.

Y ahora viene la parte en la que me meto en un berenjenal.

Desde hace algún tiempo veo como se multiplican los Indignados. Este fin de semana vimos como unos cuantos miles salían a la calle a protestar porque quien creian que les cuidaba, resulta que pasa de ellos. Supongo que durante algún tiempo algunas personas han podido tener la sensación de que merecía la pena ceder algunas parcelas de libertad para poder recibir algo a cambio. Hay quién ha pensado que «Papá Estado» iba a cuidar de él o ella. Pero ni «Papá Estado» ni «Papá Empresa» han estado ahí nunca para eso. Los políticos tienen otras preocupaciones.

Nunca he negado la carga ideológica que puede tener un concepto como el del Branding Personal. Siempre he defendido que la Marca Personal se basa en la responsabilidad individual. Cada parcela de libertad que cedes consigue que tu marca se debilite y cada vez seas más la marca de otros. Por eso tiene tan mala prensa en países sin libertad…y en las empresas. Cuando poco a poco te vas poniendo en manos de las decisiones de otros (subvenciones, ayudas, nómina, coche de empresa,…), vas teniendo menos margen de maniobra. Mis galápagos no tienen otra opción y sufro por ello, pero las personas sí la tenemos.


La manifestación del fin de semana me parece que habrá encantado a los políticos, especialmente a los más intervencionistas. Se estarán frotando las manos viendo como lo único que se les ocurre a algunos es reforzar la idea de dependencia del poder. Dicen que esto se ha conseguido gracias a las Redes Sociales, pero lo que yo he pensado es que es la versión dospuntocero de aquello que dicen las madres: «Hijo, si tus amigos (followers, fans,…) te dicen que #tetiresporunpuente tu vas y te tiras».

Sinceramente, esta actitud de Indignación y de lloriqueo por lo que nos han quitado me parece que es paralizante. Creo que lo que hay que hacer es dejar de pedir a los inútiles que nos gobiernan que nos arreglen la vida y empezar a buscárnosla nosotros. Ya sabemos que los políticos son incompetentes, ahora hay que conseguir que sean irrelevantes. Como decía el otro día en twitter, lo que les duele no es el #nolesvotes sino el #nolespagues

Veo que muchos están encantados con panfletos como el ¡Indignaos! (5 Euros / 64 pags.) o el REACCIONA (9,5 Euros) o  Es tiempo de acción (3 Euros / 30 pags). No sé si estos libros se podrán descargar gratuitamente o van a ceder el importe de las ventas a «La Causa» pero si no es así, me parece una utilización genial del «sistema» para lucrarse criticando al «sistema». Por cierto, cuando trabajaba creando marcas blancas solíamos hacer algo parecido, cuando había un producto de éxito rápidamente buscábamos a alguien para que fabricase algo parecido con nuestra marca.

Cuando escribo estas cosas sé que hay mucha gente a la que aprecio que no estará de acuerdo, solo quiero dar mi punto de vista. No estoy diciendo que la Marca Personal deba ser egoista o individualista, eso es contrario al concepto. Lo que quiero decir es que hay que preocuparse más por hacer o actuar para crear algo positivo que perder el tiempo en indignaciones o cabreos inútiles hacia quienes hace tiempo que dejaron de escuchar.

Mis galápagos miran hacia arriba cuando les llevo comida… pero nosotros no somos galápagos afortunadamente y podemos dejar de mirar hacia lo alto esperando que alguen nos tire unas migajas.





Compartir esta publicacion