Tratando de entender Twitter

Empezaba esta semana con una alegría. El lunes recibí Mundo Twitter de José Luis Orihuela publicado en Alienta. No creo que desvele ningún secreto cuando afirmo que no me entusiasma Twitter. Sin embargo, también creo que todavía me falta mucho por aprender. Hace poco decía que cuando rechazamos algunas herramientas, personas o ideas es porque no las entendemos demasiado bien. Así que lo mejor es probar, utilizar, equivocarse y preguntar.

Quizás llegue un día en el que tire la toalla y definitivamente piense que Twitter es una herramienta poco eficaz para el Branding Personal. Pero mientras tanto seguiré preguntando, debatiendo y aprendiendo con gente que disfruta con esto y que sabe utilizarlo muy bien. De momento, con el libro de José Luis Orihuela ya he descubierto un montón de posibilidades y aplicaciones que desconocía. Y al final, cuando conozca todas las variables, será el momento de tomar una decisión.

Al día siguiente de recibir el libro pasé un día tremendamente divertido  en Alicante con Yoriento, Marta, Adela y Pep que organizaban las jornadas El Arte de Buscarse La Vida en el Centro de Emprendedores en las que yo también  intervine. Y como no podía ser de otro modo, ocurrió algo parecido a aquel problema filosófico que se preguntaba lo que pasaría si choca un objeto imparable con otro inamovible. Y nos enfrentamos amistosamente los Twitterófilos y los Twitterófobos.

Basicamente yo estoy sacando algunas conclusiones.

Generalistas y Especialistas

Igual que ocurre con los canales de televisión, creo que empieza a haber dos enfoques en Twitter. Hay quienes consideran que la influencia es consecuencia del número de followers y para eso es interesante mantener un flujo continuo de información y contenidos. Y por otro lado estamos los que consideramos que esa influencia se consigue proporcionando contenidos específicos sobre un tema aunque la cifra de seguidores no sea muy abultada.

En el primer caso, es importante la conversación, el lanzamiento de Twitts de forma continua (incluso utilizando sistemas automáticos), la combinación de información específica relacionada con la especialidad de tuitero con otros contenidos como enlaces, chascarrillos u opiniones sobre temas de actualidad. Lo importante es «estar» siempre ahí. En este caso, el valor viene del número de personas a las que se puede llegar.


En el segundo caso, lo importante es la creación de un Timeline con un contenido valioso independientemente del momento en el que se lea. El momento en el que se escribe el Twitt o el número de ellos no sería tan importante como en el caso anterior. En mi opinión, sería lo más parecido a un Microblog. Sería un lugar al que acudir para obtener información o contenidos breves sobre una materia. La influencia sería una consecuencia de la reputación alcanzada por el autor en esa materia y no del número de seguidores.

No creo que haya una opción correcta y otra equivocada. Creo que dependen de la estrategia de Branding Personal de cada cual. E incluso creo que pueden ser complementarias. El problema es que tratar de generar contenidos interesantes de un modo constante puede ser agotador y posiblemente inviable para un profesional.

Estrategia y Táctica

En bastantes ocasiones suelen decirme que no conozco bien la herramienta y que no estoy sacándole todo el partido. Estoy de acuerdo. No conozco todas las posibilidades ni las aplicaciones para Twitter, pero es que no me parece saludable ni rentable dedicar más de una hora al día a estar en La Red y mucho menos dedicar ese tiempo a una herramienta tan concreta como Twitter. Salvo que seas un profesional de lo dospuntocero y te paguen por ello.

Suelen decirme que no tengo una estrategia porque mi utilización de Twitter no es muy sistemática. Pero ahí se equivocan. Tengo una estrategia, pero es mucho más ámplia que la escritura de contenidos de 140 caracteres. Twitter es un elemento táctico dentro de mi estrategia. Lo offline es tan importante o más que lo online. Una charla ante un grupo pequeño de personas influyentes tiene tanta relevancia o más que doscientos twitts ingeniosos.

Creo que todos estamos aprendiendo. Creo que hay muchas opiniones, mucho voluntarismo, mucha pasión pero todavía no hay resultados demostrados de la eficacia (o ineficacia) de todo lo que estamos haciendo. Y no me refiero a los tres o cuatro ejemplos excepcionales conocidos por todos sino a resultados obtenidos por profesionales que no se dedican al mundo del Social Media. Afortunadamente todo está por hacer y eso lo hace apasionante y por eso espero seguir debatiendo sobre todo esto con gente interesante.


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