¿Cuándo nos tomamos un café?

Tras los atentados a las Torres Gemelas fueron muchos analistas los que dijeron que algo había fallado en las organizaciones de inteligencia de EEUU. Pero una crítica era recurrente. Se argumentaba que tras la guerra fría se habían quitado agentes secretos que trabajaban sobre el terreno para ser sustituidos por máquinas, aviones espías y sistemas de control de comunicaciones. En resumen, el factor humano había sido reemplazado por sistemas automáticos a distancia.

En los últimos meses he impartido algunos cursos sobre la aplicación del Networking al Branding Personal y he tenido la sensación que mucha gente está cometiendo el mismo error que las agencias de inteligencia norteamericanas. Consideran que un sistema informático, una Red Social, puede sustituir al contacto humano. Muchos siguen sin entender que la mayoría de las decisiones y los acuerdos se siguen tomando ante una taza de café y no ante una pantalla en una oscura sala de control.

Mientras preparaba uno de los cursos, en el libro de Sonia Fernandez leí algo que no recordaba. Dice Sonia que el término Networking aparece por primera vez en un diccionario americano en el año 1966. Eso me pareció curioso porque pensé que era un término existente desde mucho antes. Pero lo que está claro es que esto de trabajarse la red es muy anterior al nacimiento de Mark Zuckerberg.

La primera vez que impartí uno de estos cursos entendí que hay una confusión enorme con todos estos asuntos. El problema no es ya que se confunda el Networking «real» con la gestión de contactos en Redes Sociales. Lo grave es que hay un totum revolutum en el que cuando te conectas a cualquier herramienta dospuntoceril parece que estás haciendo Networking.  Y no es así.


Aquí me estoy metiendo en el terreno de gente que considero auténticos Networkers Network Kings y Network Queens como mis amigos Rosaura Alastruey, Antonio Domingo o Esteban Rodrigo, por nombrar algunos. Pero creo que el diseño, creación, desarrollo y mantenimiento de una red de contactos tiene toda una liturgia, una metodología que va mucho más allá de aceptar «amigos» en Facebook o de ser más o menos participativo en los grupos en Linkedin.

Como cualquier otro elemento que interviene en el posicionamiento de una Marca Personal hay que tener en cuenta varios elementos, aquí tienes algunos.

  1. Definir el objetivo. El Networking por si solo no tiene sentido si no tiene un propósito. Divertirse, encontrar oportunidades u ofrecer ayuda son buenos objetivos. Acumular contactos o aumentar una cifra de «amigos» no lo es.
  2. Analizar la situación. Igual que les ocurrió a los norteamericanos en Irak o Afganistan, muchos de los errores que se cometen en Networking se deben a un mal diagnóstico. Antes de tirarte a «hacer contactos» hay que entender cual es tu punto de partida y en que lugar de tu red estás situado.
  3. Diseñar un plan. Una vez que sabes donde estás y donde quieres llegar, hay que unir la línea de puntos. En ese plan definirás que metas te van a ayudar a alcanzar tu objetivo, que personas son las más adecuadas, donde encontrar a esas personas y que acciones concretas debes tomar. Y eso puede incluir a las Redes Sociales, o no, o solo algunas.
  4. Decidir como presentarte. Uno de los principales problemas de la gente que viene a mis cursos es que no saben que decir sobre ellos. Se quedan bloqueados cuando les preguntan que a qué se dedican. Esto es algo fundamental, pero se aplica tanto a un evento social como a la hora de escribir tu perfil en una Red Social.
  5. Reglas de comportamiento. Se habla mucho, muchísimo de la etiqueta en La Red, pero apenas se dice nada sobre la forma de actuar cuando vas a un acto social en el que no conoces a nadie. Entiendo que es mucho más facil comunicarse tras un teclado, pero en la vida real las cosas interesantes suceden cuando miras a los ojos de otras personas y no a su avatar. Horas y horas de trabajo online pueden ser inútiles si das una imagen patética cuando tienes que hablar con alguien cara a cara.
  6. Conversación. No es lo mismo poner un enlace en un Twitt o escribir un comentario en un video de Youtube que mantener un diálogo enriquecedor con otra persona a pocos centímetros de distancia. Es en ese momento cuando verás lo que puedes ofrecer, o lo que pueden ofrecerte o simplemente establecer un vínculo que nunca sabes como puede terminar.
  7. Búsqueda y Gestión de contactos. El Networking es poco eficaz si no tienes un control de las personas que vas conociendo. Para mí esta es la principal utilidad de las Redes Sociales «serias». Creo que herramientas profesionales como Linkedin son ideales para localizar «objetivos» y para realizar la primera aproximación. También son muy útiles para ordenar la agenda y para realizar seguimientos y mantener el contacto. Pero son inútiles si no eres capaz de levantar el teléfono o escribir un correo electrónico en el que trates de organizar un encuentro.

Como digo, estos son algunos elementos que intervienen en el Networking. Las Redes Sociales pueden jugar un papel en algunas etapas, especialmente en las de búsqueda y gestión de contactos. Sin embargo, creo que cuando trabajas (Working) tu red (Net) las cosas suceden y se pasa a un nivel superior cuando miras a la otra persona a los ojos a través del humo del café caliente.





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