Tertulia o Escaparate

Piensa en esta situación. Seguro que te ha ocurrido más de una vez. Entras en una tienda, en principio no tienes intención de comprar nada, sólo te ha llamado la atención alguna cosa o simplemente estás haciendo tiempo hasta que llega la persona con la que has quedado. Enseguida aparece alguien que te pregunta que si necesitas algo y tu contestas que sólo estás mirando.

Cuando eso ocurre, creo que las personas tenemos dos tipos de sensaciones. A veces nos sentimos un poco incómodos porque lo interpretamos como una intromisión. En otras ocasiones consideramos que no nos dan un buen servicio si no hay alguien pendiente del cliente. Supongo que depende del momento y tipo de compra, de la actitud del dependiente o de otras cuestiones.

Hay quien prefiere un establecimiento donde le den conversación y otros prefieren un autoservicio. Hay quien va al banco a hacer un ingreso y desea estar el tiempo justo en ese trámite mientras que hay personas (especialmente las más mayores) que van a echar la mañana charlando. Hay quien le gusta ir a un bar y hablar con el camarero y hay quienes simplemente quieren aislarse un rato con un periódico y un café.

Creo que las situaciones anteriores son perfectamente reconocibles. No solo hay personas que actúan de forma distinta sino también días o momentos en los que un mismo individuo prefiere ser más comunicativo y otros prefieren ir a su bola.


En Internet parece que no puede ser así. Precisamente lo que se pretende en el mundo dospuntocero es que se establezca un diálogo. Cualquier cosa que implique unicamente mostrar o enseñar sin dar palique está mal vista.

Cuando, como este fin de semana, hablo de las herramientas de visibilidad en algún curso, siempre me gusta dejar claro que La Red es un medio extraordinario para generar confianza por una razón muy sencilla, te permite mostrar tu trabajo.

Una marca personal o comercial basa gran parte de su fuerza en la generación de credibilidad y eso se consigue dando muestras de lo que ofreces. Y para eso Internet es genial porque mediante fotos, videos, artículos, demos, betas, ebooks o de muchas otras formas, cualquiera puede reducir la barrera de la desconfianza. Ya no te tienen que creer cuando dices que haces algo, simplemente puedes decirles (o mostrarles un código QR) donde pueden ver evidencias de lo que cuentas.

Reconozco que me gusta la opción «escaparate», «estantería», o «trailer» que ofrece Internet. Es un modo muy poco intrusivo de hacer Branding Personal. Se trata de hacer todo lo posible para que quien te busque, te encuentre y si le interesa, que pregunte. Reconozco que es duro porque implica mucho trabajo, pero por mi forma de ser prefiero no interrumpir ni ser interrumpido constantemente por cualquier cosa.

Por otro lado está el «modo conversación» que, como bien sabéis quienes me seguís, no termino de compartir ni de entender cuando se produce en algunas herramientas dospuntocero. Creo que un gramo de demostración es mucho más eficaz que una tonelada de conversación.

Pienso que herramientas como el blog, en las que estás en tu terreno, en las que se habla de algo concreto y hay espacio para argumentar son útiles para mantener ese diálogo con quienes comparten intereses.

Sin embargo, creo que herramientas como Twitter o Facebook no son demasiado buenas para potenciar la Marca Personal. No creo que en esos sitios se converse, simplemente se lanzan ideas al espacio y alguien desde algún sitio te contesta (o no). Es como jugar montones de partidas simultáneas al ajedrez. Supongo que tiene su gracia, pero no creo que sea lo mismo que mantener una conversación (o partida de ajedrez) cara a cara con un interlocutor conocido.

Creo que esas aplicaciones no generan confianza en quienes las utilizan, simplemente te mantienen en el candelero, sirven para mantener viva la llama de la visibilidad. Es como cuando alguien levantaba la mano constantemente en el colegio para responder al profesor. Vale, ya sé que estás ahí, pero ahora dime que puedes hacer por mi.

Quizás hay gente que está encantada de hablar y de que le hablen, pero yo soy de los que me siento incómodo cuando voy tranquilamente en el metro o en un tren leyendo un libro y alguien a quien no conozco invade mi espacio tratando de darme conversación. Si eso no me gusta en el mundo «real» no entiendo porqué debería ser distinto en el mundo virtual. Lo siento, pero como dijo el escorpión a la rana, «es mi caracter».





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