Sin ti no soy nada
Es curioso como a pesar de la que está cayendo (o precisamente por eso) siga habiendo profesionales que ocultan o diluyen su Marca Personal tras una marca comercial. Creo que está claro que ya nadie puede vincular su trayectoria profesional a la de una compañía. Desde luego las empresas hace mucho que tienen claro que no se «casan» con nadie (aunque siguen insistiendo en eso del «compromiso»)
Entiendo que es muy cómodo sustituir tu identidad profesional por la de una empresa. Pero desde hace años llevo diciendo que eso es justo lo que acaba generando los profesionales «marca blanca». Igual que ocurre en el mundo de la distribución, muchos profesionales hacen lo mismo que las empresas que fabrican con la marca de otros. Producen para ellas pero se mantienen invisibles. El problema es que cuando quienes les contratan encuentran a otro o simplemente desaparecen, las empresas y profesionales que han trabajado para ellas, también desaparecen.
Aunque ya he hablado aquí en alguna ocasión de esta especie de Síndrome de Estocolmo Profesional, todo esto viene a cuento porque en los últimos días me he encontrado con dos situaciones que me lo han recordado.
Caso 1: Hace unos días, Jacinto Llorca me enviaba un mensaje en el que me decía que le llamaba la atención una de las ponencias de Expomanagement en la que para hablar de Marca Personal la ponente Fátima Martinez se presentase como Ex directiva de una empresa en la que había trabajado ¡Hace 3 años!
Entiendo que cuando participas en un evento de este tipo te piden tu historial profesional y deben presentarte de alguna manera y suele hacerse referencia a las empresas en las que has trabajado. Sin embargo me parece que cuando vas a hablar de Branding Personal queda un pelín contradictorio el que utilices una marca comercial ajena a tí como elemento relevante en tu presentación.
Por lo que veo sobre su trayectoria, creo que Fátima tiene credenciales de sobra para presentarse. Así que prefiero pensar que es un error o un descuido especialmente cuando va a impartir una ponencia en la que se supone que defiende la reputación y la Marca Personal.
Caso 2: Esta semana está siendo noticia el lanzamiento de la edición española del Huffington Post. Uno de los temas más recurrentes al respecto es el de los blogueros que trabajan gratis para ese medio. No sé si será cierto o no, pero no me sorprendería que fuese verdad. Lo cierto es que seguro que no les han faltado candidatos bien curtidos y preparados para dedicar su tiempo y esfuerzo a trabajar como becarios. Y al paso que vamos, habrá gente que acabará pagando por poder poner esa línea en su historial.
Entonces ¿Cuál es el beneficio de trabajar para este medio sin obtener ingresos? Pues el de poner poner una línea en su Curriculum en el que aparezca esta marca comercial y esperar beneficiarse de ello. El problema es que cuando tu principal, por no decir única, ventaja competitiva es el precio o más bien el no-precio, estás perdido.
Estos son dos casos recientes y seguramente discutibles por los que creo que cada día es más importante concienciar a los profesionales que es fundamental que seamos valorados por lo que somos y no por las etiquetas de otros. Parece que seguimos comportándonos como adolescentes que en vez de necesitar ropa «de marca», necesitamos Curriculum «de marca».
Durante años he visto como empresas excelentes han sacrificado su identidad, su visibilidad y su marca para poder producir para otros. Pero en el mundo de los profesionales esto sigue siendo la práctica habitual. Ojo, no estoy diciendo que haya que ir contra nadie, todo lo contrario, lo que pretendo es que se dé la vuelta a la tortilla y sean las empresas las que empiecen a presumir de contar en su equipo con profesionales con marca en lugar de que sean estos los que necesiten de la marca comercial para presentarse.
Piensa que si trabajas en una gran organización que funciona bien dificilmente podrán achacar el éxito a tu trabajo. Pero si la empresa se hunde o comete un error importante seguramente va a afectar a tu trayectoria. ¿Quién puede presumir ahora de trabajar para algunas cajas de ahorros o en alguna empresa de Ruiz Mateos por poner un par de ejemplos?
Creo que es hora de posicionarnos profesionalmente con nuestros nombres y apellidos. Eso de presentarse como Ex de algo o de alguien creo que solo es recomendable para los personajes del mundo del cotilleo o para quienes no tienen nada que aportar por sí mismos.
Siempre digo que el Branding Personal requiere tiempo, paciencia y esfuerzo, pero no tengo problema en afirmar que si se hacen las cosas medianamente bien es posible obtener resultados en un plazo de entre seis meses y un año.
El problema es que si sacrificas tu Marca Personal ocultándola bajo un «uniforme» corporativo vas a perder un tiempo y esfuerzo precioso a cambio de un hipotético beneficio basado en el supuesto éxito de quien te contrata. Mientras que si ese esfuerzo y energía la dedicases a potenciar tu reputación, en pocos meses estarías en mucha mejor posición para negociar.
Sé que soy muy pesado con eso de la libertad individual y la independencia personal pero precisamente por eso insisto en defender nuestro propio valor en lugar de asumir los éxitos o los fracasos de otros.